¡The Walking Dead ha vuelto! Han sido muchos los meses de espera pero finalmente hemos tenido un nuevo capítulo repleto de acción, zombis y una locura creciente. El episodio, titulado "The Suicide King" ha sido muy bueno, no especialmente espectacular pero sí muy entretenido. Desde que comenzó la tercera temporada la calidad de la serie ha ido subiendo sin parar (al igual que las audiencias) y ya son raras las ocasiones en que tenemos que tragarnos un capítulo aburrido o, directamente, malo. El nivel de la serie está muy alto y me espero grandes cosas de lo que nos queda de temporada.
El capítulo retomaba la acción desde el momento exacto en que nos dejó el anterior, el 3x08 "Made to Suffer". Al Gobernador se le fue completamente la olla y decidió organizar una pelea entre Daryl y Merle, con zombis de por medio y el pueblo enfurecido clamando sangre. Andrea tuvo su momento de gloria e intentó intervenir, pidiéndole a su Philip que deteniese la locura, pero él la ignoró. Como ya ha comentado la propia Laurie Holden en ocasiones, Andrea sabe perfectamente de qué bando está y quiénes son sus amigos y, aunque muchos la odien, yo comprendo perfectamente su actitud, está demostrando ser muy razonable. Más tarde, cuando Rick y los suyos liberaron a los hermanos, ella fue a pedirle explicaciones al Gobernador y él, exhausto, le confesó toda la verdad. Andrea está empezando a visualizar al verdadero Philip. La conversación se vio interrumpida en cuanto los vecinos de Woodbury, asustados, intentaron abandonar el pueblo encontrándose con que los guardias no les dejaban salir. La mayoría eran unos inútiles y no durarían vivos ni dos días. El Gobernador acabó hasta las narices y se desinteresó de ellos, cosa que, reconozco, me pareció muy comprensible. ¿Por qué se creen con derecho a exigirle respuestas a un hombre que les ha mantenido a salvo sin pedirles nada a cambio? Creo que un día de estos Philip hará las maletas y los mandará a todos a tomar viento.
Muy buen capítulo de The Walking Dead, no ha decepcionado para nada. Los personajes crecen sin parar y se vuelven interesantes por momentos. Incluso le tenemos cariño a varios de ellos, algo que sería impensable una o dos temporadas atrás, donde te lo ponían difícil para empatizar con ellos. The Walking Dead es muy entretenida e interesante y es ahora cuando se está haciendo realmente merecedora de las audiencias astrónomicas que cosecha capítulo a capítulo. Yo seré uno de los primeros que esté allí para ver el siguiente episodio. ¿Y vosotros?