Tras el 3x12 "Clear" de la semana pasada, seguimos en la misma línea con un episodio relativamente tranquilo donde por fin se han visto las caras Rick y el Gobernador. En esta ocasión nuestro compañero Juan (@MrRadda) está algo liado con los exámenes, así que seré yo quien os de mis impresiones sobre este episodio, que se ha titulado 'Arrow on the Doorpost'. Y, para empezar, debo decir que no comparto las críticas negativas de la gente que opina que The Walking Dead es demasiado lenta (¿seguimos con la misma cantinela a estas alturas?). Yo ya le he pillado el punto a la serie y, con sus más y sus menos, me lo paso bien con todos sus episodios. ¿Y vosotros?
El episodio nos mostraba enseguida a Rick, acompañado de Daryl y Hershel, en un paraje desconocido. Más tarde descubrimos que se dirigían a hablar con el Gobernador. Andrea les había organizado con toda su buena fe una reunión pensando que los tres se podrían sentar a hablar y hacer las paces, pero la ilusión le duró bien poco puesto que su Philip la echó sin más miramientos, dejándoles solos a él y a Rick. Así dio comienzo el duelo verbal de los dos actores británicos. Si esto hubiera sucedido en Reino Unido habrían discutido el tema con una taza de té, pero en América ya sabemos que los líderes tienen que ser más machotes. Brillantes David Morrisey y Andrew Lincoln, personalmente creo que han acertado de pleno con ambos actores y que funcionan perfectamente como antagonistas. Soy capaz de meterme en la piel de los dos y me resulta fácil comprender sus motivaciones. No creo que ninguno de ellos sea malo o bueno en esencia, simplemente son dos líderes defendiendo a su gente.
Por otro lado, en la cárcel, la tensión se palpa en el ambiente. Merle está dando muchos problemas, como era de esperar. Un encontronazo que tuvo con Glenn podría haber acabado muy mal de no ser porque Beth finalmente cogió la pistola y lanzó un tiro de advertencia. La chica canta genial, todo sea dicho, pero como guerrera es un poco limitada, así que es de agradecer que nos demuestren de vez en cuando que tiene sangre en las venas. La trama más agradable del episodio vino de mano de Glen y Maggie, dos de los personajes más queridos por el público, que finalmente se dijeron lo que tenían que decirse y acabaron comprendiendo que lo importante es que estaban vivos y se tenían el uno al otro. Miedo me da que para el season finale hagan un drama de pareja del copón y muera alguien. Glen es demasiado importante, y Maggie ha evolucionado muchísimo (¿he dicho ya que me parece guapísima?) así que dudo que quieran eliminarla tan pronto. Quizá vayan a por Hershel o, más probable, a por Beth. Pero, si no está ella, ¿quién cantará y criará al bebé?
Y, para terminar, la gran duda que el Gobernador ha sembrado en el corazón de Rick. Le pidió que le entregasen a Michonne y, a cambio, habría paz entre ellos. Esto era una mentira descarada, ya sabemos que el Gobernador es muy cauto con la gente de fuera de Woodbury y les considera una amenaza demasiado seria como para dejarles vivos. Sin embargo, Rick no tiene eso claro y su aún existente moralidad le impide dar el paso. Tiene dos días para pensar en ello, aunque no creo que la entregue. En el fondo debe de saber que los matarían a todos igualmente.Estupendo episodio de The Walking Dead, no ha sido especialmente brillante pero sí que ha mantenido el buen nivel de la temporada. Las cartas están puestas sobre la mesa y la guerra se encuentra más próxima que nunca. ¿Quiénes creéis que estirarán la pata en el season finale o incluso antes? Podéis votarlos en la encuesta. Por mucho que me pese decirlo, no le auguro un futuro muy bueno a Rick y los suyos. Veremos con qué ida de olla nos sorprenderán. Yo, desde luego, estaré ahí para verla.