Tywin Lannister se ha presentado en este capítulo con un gran carisma y entereza propios del personaje. Sinceramente, la conversación que tiene con el joven Tommen Baratheon, me parece bastante interesante y particular. No todo el mundo puede hablar con esa seguridad y sabiduría. Ahora vemos de dónde ha sacado Tyrion la capacidad para absorber tanta sabiduría. Por otra parte, vemos de nuevo otra conversación que tiene con Oberyn Martell (cuya escena del culo ha dado alguna que otra alegría a más de uno o de una) en la que tiene que ser lo suficientemente humilde como para pedirle un favor a éste pero sin perder ni un ápice de su poder. Y, con el trato que sellan al final, consigue que ambos tengan su parte sin que ninguno de los dos pierda honor ni poder.
En cuanto a los mellizos Jaime y Cersei Lannister, han compartido una escena de pasión, deseo dolor y sufrimiento. Cersei, rota por el dolor, se ha visto derrotada en lo que es más querido para ella: sus hijos. Y tan rota de dolor que está, se deja en cierto modo querer por Jaime, puesto que es el único consuelo sincero que podría obtener de su parte. Sin embargo, ella no quiere a ese nuevo Jaime por lo que se sigue resistiendo de cierto modo a dejar vencer a su corazón. En esta escena ha habido mucha polémica porque difiere bastante de los libros, pero así planteado me parece lógico desde este punto de vista en la serie.
Un capítulo que recoge los inicios de las consecuencias de la muerte de Joffrey y al mismo tiempo avanza con los salvajes y Daenerys. Parece ser que se avecina mucha intriga y acción, y que probablemente la muerte del Rey de Desembarco del Rey no haya venido sola y puede que se cobre más vidas.
Juan (@MrRadda)