Crítica del 4x05 'Gamma Zeta Die!' de Pretty Little Liars

Publicado el 12 julio 2013 por Dro @Drolope


Nuevo capítulo de Pretty Little Liars, el quinto en lo que llevamos de temporada. Ya os comenté hace unas semanas qué me había parecido el regreso de las chiquillas, pero por cuestiones de tiempo no me he podido pasarme a hablaros de ellas todo lo que me hubiese gustado. Por eso creo que este episodio, titulado 'Gamma Zeta Die!', que además ha sido intenso, divertidísimo y ha estado plagado de referencias frikis, es la excusa perfecta para pararme a comentarlo y, ya de paso, opinar sobre el rumbo que se está marcando la temporada. Ojo, ¡spoilers!
Antes de comenzar me gustaría expresar mi adoración hacia el personaje de Spencer. Nunca fue ninguna remilgada, desde luego, pero los últimos varapalos que se ha llevado en la vida -ya sabéis, Toby fingiendo su muerte, manicomios, el rechazo en la universidad de sus sueños- la han convertido en una muchacha mordaz y sumamemente agria. Le es imposible hablar sin soltar chistes sorprendentemente divertidos o poner caras de asco cada poco rato. ¡Me encantas, Spencer!

"Os odio a todos"


La trama central del capítulo ha sido el viaje de Spencer y Emily a la universidad de un pueblo lejano para investigar una pista que tenían sobre Alison. Spencer estaba bastante ofuscada en la investigación, pero durante el camino nos soltó unas cuantas perlas dignas de mención. No solo se dedicó a llamar Hufflepuffs a los pringados y a llamar mezquinamente morons a la gente que le caía mal, sino que además tuvo una conversación con un Hufflepuff en la que soltó una pedazo de referencia a Game of Thrones. Os transcribo la conversación porque no tiene desperdicio:

Spencer: "Los Lannister siempre pagan sus deudas".Hufflepuff: Te gustarían los Lannister.Spencer: Te podría soltar el discurso entero Targaryen del final de la primera temporada, pero no malgastaré mi aliento. *pone cara de asco y se va*


Esto no deja de tener su gracia, además, porque la actriz de Spencer en la realidad es fan de Game of Thrones.
Emily, mientras tanto, tuvo algunas conversaciones muy tiernas con su padre, que se siente culpable por no poder pagarle la universidad a su hija. Es por eso por lo que, más tarde, Emily se enfadó con Spencer: ella se reía de la universidad pueblerina y de sus pueblerinos universitarios, pero Emily estaba considerando seriamente la opción de asistir a ella. Conforme avanzó el capítulo tuvieron que dejar de lado sus diferencias para centrarse en la tarea de buscar a Hanna, que había aparecido por sorpresa en la zona en que se encontraban ellas dos. La rubia había encontrado una pistola escondida en el armario de su madre, y decidió irse a esa zona, que estaba muy alejada de Rosewood, para enterrarla en un bosque solitario. Pero -A, que es más lista que el hambre, se adelantó a sus movimientos y avisó de alguna forma a la policía para que la pillasen con las manos en la masa. ¿Se habrá propuesto nuestra acosadora favorita encerrar a las Marin en la cárcel? Va camino de conseguirlo, desde luego.

La pequeña Aria tuvo una trama algo más independiente en la que estuvo preocupada por su madre. -A metió una colmena en su coche y mandó a Ella al hospital, y Aria decidió que tenía que lograr que su madre se fuera a Europa a toda costa, por mucho que le doliera, para alejarla del peligro. Por ello fue directa a pelearse con su hermano por querer que Ella se quedase en Rosewood (¡ya creía que nunca volveríamos a a Mike!) e incluso habló con su padre para que convenciera a Ella de que se marchase. Finalmente, cuando todo parecía estar arreglado, es cuando sucedió algo extraño: Aria recibió una llamada de Spencer, más concretamente, del teléfono que Spencer encontró en una sala siniestra oculta de una casa del campus desde la que, supuestamente, estuvo escondida Alison. Spencer descubrió que se habían realizado varias llamadas al teléfono de Aria. ¿Por qué Alison llamaba a casa de Aria desde aquel lugar? ¿Tendrán razón los graciosos que llevan diciendo desde el principio que Aria es -A? No tendría mucho sentido, en vista de que ella se habría perjudicado muchas veces a sí misma, pero, ey, esto es Pretty Little Liars. Todo vale.
Los cinco capítulos que llevamos de temporada me han gustado mucho. Es cierto que en algunos momentos uno siente que se les está yendo demasiado la pinza, pero aun así se las siguen apañando para hacernos reír, para intrigarnos y para entretenernos una semana más. Yo no le pido más a estas chiquillas tan encantadoras, las únicas que son capaces de despertarse maquilladas y perfectamente peinadas, las únicas que son capaces de soportar años de acoso de una tarada sin decirle nada a la policía, las únicas que... en fin, son únicas y se las quiere por eso.
¡Hasta la próxima!