El nuevo capítulo de esta semana de The Walking Dead es ya el decimotercero en lo que va de temporada -hay que ver cómo pasa el tiempo- y se ha titulado "Alone". La trama del episodio ha girado principalmente en torno a eso, en torno a la soledad que de una forma u otra ha afectado a los personajes, ya fuera forzosamente o por elección propia. Los grupos en los que se ha centrado la acción han sido dos, a saber: el de Maggie, Sasha y el borrachín, y por otra parte el de Daryl y Beth, que han hecho buenas migas juntos y se han pasado todo el capítulo echándose unas miraditas muy intensas que oscilaban entre lo tórrido y lo fraternal. ¿Qué tendrá Carol que opinar de todo esto? Ya sabemos que a esa señora si le da un mal pronto te clava un cuchillo en la cabeza, así que la parejita debería andarse con ojo. O quizá sea simplemente yo, que tengo demasiada imaginación y veo cosas donde no las hay, pero mi percepción de la pareja, especialmente cuando estaban en la mansión, era la de que se creaba una cierta tensión sexual...
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y comentemos antes como es debido otro buen episodio de The Walking Dead:
Daryl y Beth últimamente estaban teniendo muchos minutos de protagonismo juntos, compartiendo escenas tiernas e íntimas que los iban uniendo cada vez más, así que no ha debido sorprendernos que todo esto estuviera destinado a 1) finalizar su andanza juntos con una trágica separación cuyo fin principal era 2) hacer sufrir más a Daryl. El machorro de la ballesta es un personaje muy querido por las masas de fans que comenzó siendo en la serie un capullo integral para acabar dejando claro que, en realidad, en el fondo, nunca fue mala persona; todo lo contrario, él es, de hecho, un trozo de pan. Este arquetipo de personaje suele gustar mucho a los espectadores, y si a eso añadimos que Norman Reedus hace estupendamente su trabajo y dota de una personalidad propia a su personaje, no es de extrañar que nos encontremos ante todo un comodín narrativo que los guionistas explotarán hasta la saciedad. Nunca morirá pero, ey, le pasarán incontables desgracias que serán mucho peor que la muerte.
Acompañando la historia de Daryl y Beth tuvimos la de Sasha, Maggie y el borrachín, que viajaban por su cuenta siguiendo las vías del tren. Maggie, en cierto momento, decide continuar en solitario para no poner a sus amigos en peligro; principalmente, porque escuchó a la torpe de Sasha diciendo que buscar a Glenn era una pérdida de tiempo y que debían hallar un lugar seguro. Sin embargo, el personaje que ha resultado ser toda una sorpresa y que logró mantener el grupo unido al final fue el borrachín (algún día me aprenderé su nombre, dadme tiempo). Él, atemorizado por sus recuerdos, comprendió que no quería seguir solo y se decidió a cambiar su suerte de una vez por todas, negándose a perder el rastro de Maggie. Sasha, finalmente, también comprendió que sobrevivir sola carecía de sentido. Por eso los tres, más unidos que nunca, han decidido seguir las vías del tren hasta
Crítica del episodio anterior
4x12 "Still"