Una semana más, Lockhart&Gardner y Florrick, Agos and Associates se enfrentan en los tribunales para ver quién sale como ganador. The Good Wife está sabiendo cómo manejar la situación de tener dos bufetes por separado y que ninguno cojee en minutos en pantalla, algo que agradecemos. Si quieres enterarte de lo que ha pasado en este capítulo y cuáles son mis impresiones, sigue leyendo.
*SPOILERS*
El caso de esta semana trataba sobre un antiguo cliente de Alicia que se encuentra en una situación difícil: le acusan por Internet de cometer un atentado cuando él no deja de afirmar que es totalmente inocente. Tanto Alicia como Cary van a ir contra la página web, Scabbit. Sin embargo, la cosa no va a ser fácil ya que cada vez que quitan la sección que trata sobre el tema vuelven a aparecer 200 más, haciendo que sea imposible de controlar. El caso empieza a ser más interesante cuando es Lockhart&Gardner quien representa a Scabbit y somos testigos de las luchas dialécticas entre ambos bufetes. Finalmente, Florrick/Agos ganan esta batalla tan reñida y que, personalmente, tanto me ha hecho sufrir, como todas las semanas.
Pero, ¿cómo ha acabado Lockhart&Gardner enfrentándose a Florrick/Agos? Retrocedo en el capítulo. L.G., como se llaman ahora mismo – nombre que no podía ser más snob, ¿verdad? –, necesita contratar a nuevos abogados urgentemente debido a que se encuentran saturados de trabajo, por el contrario que Florrick/Agos, que casi están mendigando clientes. Ante esta situación, la cazadora de talentos de la empresa – sí, hay de esas cosas –, enseña algunos currículums a Will y a Diane. Sin embargo, hay uno que llama especialmente la atención de Will: el descarte que la cazadora de talentos tiene. Se trata de Damian Boyle, un abogado que ha defendido a la peor calaña y cuyos clientes se encuentran ahora mismo en prisión mientras que él se dedica a comenzar de cero. Will queda tan embelesado por el hecho de que no hay ni siquiera una fotografía en su currículum que decide ir a verle en acción, en el juzgado. Finalmente, decide darle un puesto en L.G. a pesar de la oposición del resto de socios. El estreno de Damian en el bufete es en el grupo de socios para retener clientes, es decir, votan para decidir si negociar con Florrick/Agos sobre si compartir o no una demanda que tienen contra Chumhum. Damian piensa que para qué ir de buenos cuando ellos han robado uno de sus mejores clientes y encima se han ido clavándole un puñal al bufete. Así que decide coger a algunas personas de L.G., entre los cuales se encuentra Howard, y van a las oficinas de Florrick/Agos haciéndose pasar por la empresa de mudanzas y les quitan todos los muebles. Allí se encuentra los papales del actual caso que lleva Alicia y ve el nombre de Scabbit. Qué decir tiene que todos los socios cambian completamente de opinión al ver que el nuevo les trae un caso jugoso. Por mi parte tengo que decir que Damian ya se ha ganado parte de mi odio por lo que le hace a Alicia: le coge un pin que tiene en el escritorio que dice “la madre número uno” y encima el tío se lo pone delante de sus narices para desestabilizarla en el juzgado. ¿Podría Lockhart&Gardner jugar limpio alguna vez o siempre van a ser tan guarros? Sé que es lo interesante, aunque el toque perfecto sería que Florrick, Agos and Associates dejase de ser tan hermanitas de la caridad y se pusiesen a su nivel, para que L&G aprenda cómo es jugar ante un rival de su mismo nivel y encima muy cabreado por los acontecimientos del pasado. ¡Echadle pelotas, Florrick/Agos! ¡Quiero sangre! ¡Quiero a los gigantes derrotados, destruidos y de rodillas!
También hay que decir de Damian que es un personaje al que parece que no vamos a conocer muy a fondo ya que, incluso en la entrevista que le hace Kalinda, juga al gato y al ratón con ella y no da datos personales sino que aprovecha los del bocazas de Howard para intentar engañar a la investigadora. En definitiva, Damian me va a tocar los ovarios como siga de esta forma. Espero que el personaje funcione aunque ya ha dado juego y eso es importante.
Por otro lado, hemos vuelto a ver Jackie tocarle las narices a Eli, como siempre. En este caso es porque la nueva candidata al Tribunal Supremo no es del agrado de la madre del gobernador aunque tiene una razón de peso: se acostó con su marido. ¡Toma ya! En este episodio, hemos visto a Jackie pasarlo mal y ser una pedazo de bitch al mismo tiempo; hasta que la mujer no ha conseguido que la otra renunciase no ha parado de joderla y amenazarla. En mí no han surtido efecto las lágrimas de Jackie ni su cara de compungida: eres una zorra y si tu marido te era infiel no me extraña, querida, mírate al espejo y verás cómo de negra tienes el alma. Así que, Jackie, si quieres lamentarte vete al muro, hija mía.
Un aspecto que hay que nombrar es el final, en el que vemos cómo el juez que ha llevado el caso de este capítulo llama a Alicia para tomar un café. ¿Querrá el juez ligar con Alicia? Personalmente pienso que no, que más bien podría ser que esté pensando cambiar de aires: pasar de juez a abogado. Es demasiado raro que un juez se interese por el nuevo bufete de una abogada y que le pregunte cada vez que la ve, ¿no?
Por lo que respecta al capítulo en general, no baja el nivel en absoluto. Apruebo la incorporación porque echaba de menos algo de sangre fresca pero como no dé juego – cosa que veo poco probable – adiós muy buenas. Por otra parte, estoy deseando ver el look final de las oficinas de Florrick, Agos and Associates, las cuales van a tener un toque muy moderno, completamente diferente a L&G, según he leído. Por último, decir que el próximo capítulo es el número 100 de la serie, el cual seguramente va a ser muy especial para todos. Me espero de todo, sinceramente, y sé que no me va a defraudar en absoluto.
Como siempre, os animo a dejar algún comentario por aquí abajo. Son siempre agradecidos y muy bien recibidos. Os espero en la siguiente review.
¡Hasta la semana que viene!
Irene (@MissSkarsgard)