Tras mucho tiempo, la espera ha terminado. El pasado domingo 7 de abril volvía Mad Men con sus trajes, el whisky a todas horas y el humo como acompañante de veladas. Y es que tras un año de espera y sin ninguna información sobre lo que iba a suceder en esta temporada, la emoción por la vuelta de los “hombres locos” de Madison Avenue era muy grande, algo que se dejó notar bastante en Twitter – sólo hay que ver algunos avatares, el mío es un "bajabragas" -.
En este doble capítulo podemos ver a un Don de lo más serio y a la vez amigable - ¿desde cuándo este hombre se relaciona con los vecinos? – ya que, en mi opinión personal, se siente aislado debido a la reciente popularidad de su mujer Megan. Es cierto que él sigue siendo el rey en su campo y que en Madison Avenue lo tienen en un altar, pero a su mujer la reconocen por la calle y su popularidad se extiende de forma nacional. Esto de dejar de ser el más importante de la pareja no le debe sentar nada bien a Don y es comprensible ya que caer del pedestal es un duro golpe - ¿no os suena a la intro de la serie? -.
Otros dos personajes que han acaparado más minutos en este estreno han sido Betty y Peggy. Betty, que sigue haciéndole la competencia en los concursos de comida a Skyler (Breaking Bad), va de buena samaritana al ayudar a una amiga de Sally que ve que está tirando su futuro prometedor como violinista por la borda. En cuanto a Peggy, la vemos como la versión femenina de Don pero en la empresa en la que trabaja, con un equipo que considera “flojo” para el alto nivel en el que se ha formado. También relacionado con Peggy, vemos su relación con su jefe, Ted, quien – y estoy de acuerdo con Stan – está coladito por ella.
Un personaje al cual ya he nombrado pero se merece una mención especial es Roger. Este personaje es muy grande, definitivamente. Tiene buenas frases, momentos únicos e irrepetibles – ¿quién no se acuerda de su imitación del Zou Bisou Bisou ante Don? –, su relación con el LSD es de lo mejor que vi en la pasada temporada y en esta veo que los momentos con su psicólogo van a ser muy grandes. Espero que esté hasta el final de la serie porque se lo merece.
Por último, decir que me he quedado con ganas de ver más a Joan - ¡qué portento de mujer, Dios bendito! -, a esa Sally entrando en la adolescencia que puede dar mucho juego; quiero comprobar si lo que nos dejaban entrever al final de la quinta temporada con ese Don que puede volver a las andadas es cierto o no, y qué repercusiones tiene la muerte de Lane en la empresa y en la vida de los personajes, que vimos bastante poco, por no decir nada, al final de la temporada. Pero esto es sólo el comienzo y ante nosotros se erige toda una temporada, así que ya iremos viendo a lo largo de las semanas cómo pinta esto.
P.D.: Pete se está quedando cada día más calvo. Que alguien le diga que se haga un injerto o algo que es demasiado joven para que esté en esa situación.
Mi compañera Irene ya nos ha hecho un buen análisis del episodio, así que seré breve. Para empezar quería recalcar algo que ya ha comentado ella, y es que la muerte ha sido el tema que sin duda ha brillado en este episodio. La muerte ha sido la que ha afectado a la madre de Roger, y también la que no ha dejado de preocupar a dos hombres, tanto al propio Roger, de forma directa, como a Don Draper, esta vez de forma algo más subconsciente. Una escena que me pareció realmente perturbadora fue aquella en la que Don y compañía se reunían con unos clientes a los que les mostraban su propuesta para el anuncio de su producto. Los clientes no estuvieron satisfechos con el spot, por supuesto (¿alguna vez lo está alguno en esta serie?) pero la parte inquietante vino después, cuando el cliente soltó de sopetón que el anuncio le hacía pensar en el suicidio. La cara que se le quedó a nuestro Don fue un poema.
Don no es feliz. Don, de hecho, nunca es feliz últimamente, si es que lo ha sido alguna vez. Finalmente ha vuelto a caer en sus viejas costumbres, y es que al final de este episodio doble descubríamos que el muy canalla se estaba acostando con una vecina en plena Nochevieja después de haber hablado con su marido, un médico amigo suyo que se acababa de ir al hospital debido a una urgencia. Don Draper es muchas cosas, pero Don es, sobretodo, un infiel egoísta que en su búsqueda personal de la felicidad no tiene reparos en derribar a quien sea necesario, esta vez a Megan, a la que está traicionando (¿por celos de su creciente fama?). Como personaje no hay duda de que resulta interesante pero, francamente, no me parece de los mejores de la serie y creo que - perdonadme por soltar semejante blasfemia - está un pelín sobrevalorado.
También quería mencionar las impresionantes evoluciones que han vivido dos mujeres: Betty y Peggy. Ambas son dos polos opuestos cuyo único nexo de unión es que, en el pasado, estuvieron muy ligadas a Don. Sin embargo, ahora ambas se han vuelto más fuertes e independientes, cada una a su modo. Peggy es sencillamente genial. La forma en que se desenvuelve en su nueva oficina es digna de admiración. Betty, por otro lado, es mucho más confusa y ambigua (y odiosa a ratos) pero su vida se ha vuelto tan - casi - esperpéntica que me resulta fascinante. A veces se le va la olla y a veces simplemente no la entiendo, pero si evocamos la temporada uno y hacemos una comparación con su estado actual el cambio que ha vivido resulta ser enorme. ¡Ya ni siquiera es rubia! Me entretiene mucho seguir sus diferentes etapas vitales, aunque no tengo claro si me gusta o no como personaje.
¡Y eso es todo! Poco más queda por decir de Mad Men, salvo que estamos deseando que llegue el siguiente capítulo. Esperemos que en los próximos episodios veamos más de Joan y Sally, dos grandes personajes que han tenido poco protagonismo en 'The Doorway', un capítulo largo que ha sido tan brillante y ha estado tan bien cuidado como el resto de la serie y que ha dado el pistoletazo de salida de la esperadísima sexta temporada de Mad Men. Según los planes de su creador, Matthew Weiner, su previsión es que la séptima sea la última temporada (incluso tiene el final definitivo pensado a rasgos generales) por lo que tenemos que ir haciéndonos a la idea de que el desenlace de la serie está relativamente próximo.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)
y Isidro López (@Drolope)