El domingo pasado, Mad Men volvía a las pantallas de los televisores americanos con uno de los capítulos que, personalmente, más he disfrutado de lo que llevamos de temporada. Y es que esta serie nunca deja de sorprendernos con los caminos que van tomando los personajes. A continuación os lo cuento.
Esta semana, Don ha sido el que más nos ha sorprendido al llevarse a una bella dama a la cama, pero no a cualquier dama. Nos remontamos a un día antes, donde Don pone en una encrucijada a la pobre Peggy ya que tiene que decidir qué idea es mejor, si la de Ted o la de Draper. Al pecar de ser diplomáticamente correcta, Don insinúa que no es buena profesional. ¿Cómo te atreves, Draper? ¿Te has mirado al espejo, odioso capullo? Don Draper debería callarse más de la cuenta y no meterse con la persona más leal que ha tenido y a la que más ha despreciado. Al llegar a casa no se encuentra una situación mejor. Megan ha tenido un día horroroso en el trabajo, siente que la van a despedir porque se encuentra un poco perdida en su segundo papel en la telenovela, además de que, en una peculiar confesión hacia una de sus compañeras de trabajo, suelta que se siente sola. No me extraña, Don nunca está en casa y cuando está, está pensando en las faldas de otras mujeres. ¡Vaya cruz que te ha caído, Megan! No te lo mereces. Haciendo gala de su fama, Don tampoco va a estar este fin de semana en casa ya que su hijo Bobby está en un campamento. En el camino se encuentra a una deslumbrante y recuperada Betty, más sociable con su exmarido por la diversión de su hijo. Sin embargo, esta amabilidad va a más al producirse un momento de TSNR (Tensión Sexual No Resuelta) que nos permite ver lo bien que se llevaban éstos dos. Pero lo sorprendente llega aquí, cuando se produce el recuentro entre Betty y Don ¡entre las sábanas!, y ella suelta una de las mejores frases de este capítulo: “No sabe que quererte (refiriéndose a Megan) es la peor forma de llegar a ti”. Creo que jamás me había encantando tanto Betty. Pero las sorpresas siguen. Al llegar a casa, Don hace una declaración de intenciones, con sólo una frase, que tendremos que ver si se cumple o no.
Poor girl...
Otro de los personajes que ha tenido minutos en este capítulo ha sido Pete, quien está tocando fondo por momentos. Siente que la empresa le ha dejado de lado, que ya no cuentan con él. Eso te pasa si eres otro odioso capullo como Draper, y encima no eres Draper, que por lo menos es irresistible. Pete, tú te estás quedando calvo. Pete no sólo se está desmoronando en el trabajo, también lo está haciendo en su vida personal, ya que Trudy le había dejado solo al enterarse de su aventura con la vecina de al lado – que alguien me explique la atracción de las vecinas, por favor –, aunque no es el único factor: su madre tiene Alzheimer y necesita cuidados constantes, algo de lo que él no puede hacerse cargo personalmente. Así que Pete necesita consejo, ¿y quién es la persona apropiada? Joan, quien en este ha capítulo ha decido irse a la playa pero no sin antes recibir una sorpresa: la visita de Roger. El señor Sterling se está dando cuenta por las féminas que le rodean que es un inmaduro que ha jugado a ser maduro y que para ser abuelo ha tenido que ser padre antes. Y eso es lo que quiere hacer, ser padre, estar cerca de su hijo, pero no le va a ser posible por el momento.Por último, tenemos a Peggy, una mujer que sigue pensando en aquel beso entre su jefe y ella, al igual que lo hace él. Después de su altercado con Don, la situación en casa tampoco es para tirar cohetes. Su novio, Abe, ha tenido un accidente, lo que alarma a Peggy y amplifica su ya existente miedo al barrio. Lo sorprendente viene después al ser ella la causante de un accidente con Abe que le costará la relación. Sin embargo, Peggy sigue siendo profesional y va al trabajo al día siguiente, pero no se espera esa reacción de su jefe. ¿De qué vas Ted, maldito hipócrita? ¿Primero le dices que tú también sigues pensando en ese beso y luego la dejas marchar? No me extraña que te pisen como a un chicle pegado en la acera. A Peggy la noto cansada, incómoda donde está, harta. Tengo muchas ganas de ver qué hace.
Tengo que decir que este es, yo creo, el primer capítulo de esta temporada que me deja una sensación de satisfacción y disfrute en mi interior. Por fin hemos visto a Betty recuperada y me ha encantado; hemos visto un anticipo de lo que promete ser una etapa prometedora en cuanto a Don; Peggy ha tirado la casa por la venta – o la ha puesto en venta, en este caso – y ahora está soltera, que creo que es como mejor está ahora mismo sin ese novio que le hacía más mal que bien; a una Joan fabulosa - ¡cuántas veces diré que está mujer me vuelve loca! – y segura de lo que quiere, sin miedo; a Roger reflexionando sobre su vida e intentando cambiar para bien - ¿lo conseguirá? –; y a un Pete saboreando las mieles de la amargura, algo que se merecía como una gran lección por sus altos humos. Definitivamente, un CAPITULAZO.
Irene (@MissSkarsgard)