Crítica del 6x13 "The Same Boat" de The Walking Dead: Descubriendo nuevas capas de Carol

Publicado el 14 marzo 2016 por Dro @Drolope

Tras ese final de infarto en el 6x12 "Not Tomorrow Yet", The Walking Dead por fin regresa trayendo las respuestas que tanto esperábamos: ¿qué fue de Carol y Maggie? Ellas son dos de los personajes que más queremos los fans -yo por Carol ma-to-, así que todas las miradas eran ansiosas y estaban puestas en este capítulo. "The Same Boat" ha resultado ser un episodio embotellado, lo cual es en sí mismo todo un riesgo. Admitámoslo: no todos los "bottle episode" pueden ser tan geniales como el de Community, que hace magia con un simple bolígrafo perdido. Para que este tipo de episodios se sostengan y no resulten tediosos son necesarios un guión muy potente y unos personajes a la altura de las circunstancias. Y Carol y Maggie, interpretadas por las fascinantes actrices que son Melissa McBride y Lauren Cohan, han convertido con su protagonismo a "The Same Boat" en uno de los mejores episodios de la temporada. ¡Que no es poco!
El comienzo de "The Same Boat" nos traslada a la perspectiva de Carol y Maggie cuando fueron secuestradas. Un disparo de Carol deja herido a un hombre que huía pero, antes de que Maggie pueda rematarlo, tres mujeres las sorprenden y las toman como rehenes. A partir de este punto los acontecimientos se precipitarán... [alerta spoilers]:

¿Lágrimas sinceras?


El papel que juega Carol en este episodio es digno de análisis. No es la primera vez que la vemos fingir el rol de "señora débil" pero es que, en esta ocasión, ha sido algo incluso más complejo. Sabemos que Carol disfruta jugando a la sombra, haciendo creer a los demás que es débil para tomar ventaja en el momento más inesperado. De esta manera, cuando el grupo de Paula las amordaza a ella y a Maggie en una sala del refugio donde se han escondido a la espera de refuerzos, Carol juega sus cartas: finge estar asfixiándose para que le quiten la mordaza. Cuando Paula le pregunta cómo es posible que tenga tanto miedo de morir, ella responde muy astutamente que no siente miedo por sí misma, sino por Maggie... y su bebé. Y boom. Ha logrado su objetivo: en mayor o menor grado, todos los miembros del grupo sentirán desde entonces compasión por Maggie.
Carol trata de manipular a sus rivales con esa imagen de señora débil y emocional, es cierto, pero tampoco habría que perder de vista el hecho de que Carol, realmente, es así de emocional. La muerte de Sam la ha dejado devastada, y las palabras de Morgan parecen haber hecho mella en ella. Carol quiere hacer las cosas de manera diferente; de ahí que tratara de apartar a Maggie del peligro en el episodio anterior, volcando todas sus esperanzas por un futuro mejor en ese proyecto de bebé. Es por todo esto que ella, algo ingenuamente, sí cree (o al menos quiere creer... #ModoScullyON) que el conflicto que tienen entre manos pueda solucionarse sin derramamiento de sangre. Cuando se logra liberar, corre a por Maggie y les pide que se vayan. Pero Maggie la trae de vuelta a la realidad: no pueden dejar vivo a nadie.

No se puede decir que Carol no la advirtiera, ¿verdad?


Tras todos estos acontecimientos, descubrimos que la respuesta a la pregunta formulada por Paula es tan brillante como estremecedora: A Carol le resulta indiferente morir, y prueba de ello es que acepte, de forma metafórica, un cigarro de una de sus captoras (recordemos sus opiniones sobre el tabaco, y que sí evitó fumar en el episodio anterior). Lo que realmente la aterra -he aquí el kit de la cuestión-, es tener que volver a asesinar a una persona. Es por eso que falló el tiro a aquel hombre del comienzo del episodio. Y es por eso que intentará que Paula huya antes de tener que dispararla, aunque finalmente deba eliminarla de una manera, por cierto, particularmente grotesca (The Walking Dead se supera en dar asco a cada episodio, vaya que sí). El final del capítulo, con Rick disparando a bocajarro a Primo frente a ella, nos revela que Carol, de nuevo, vuelve a cuestionar a Rick, preguntándose si su líder no habrá llegado demasiado lejos.

Los dos lados de la misma moneda


Si algo hace extremadamente bien "The Same Boat", como su propio título indica, es hacernos ver que el grupo que ha secuestrado a Maggie y Carol es exactamente igual que ellas. Se trata de mujeres fuertes, endurecidas, que huyen de un pasado doloroso. Cuando Chelle interroga a Maggie, podemos ver con toda claridad que esa chica merece vivir tanto como ella, y que tanto una como la otra han sido y son mujeres, madres e hijas; The Walking Dead las equipara, las coloca al mismo nivel. La chica, por si aún no hubiera quedado claro, dirá una frase lapidaria sobre la que Maggie probablemente debería meditar: "vosotros no sois los buenos". ¿Puede seguir presumiendo el grupo de Rick de tener la superioridad moral? ¿No se han acercado demasiado a ser lo que un día no tan lejano fue el Gobernador? 
"The Same Boat" me ha parecido uno de los episodios más inteligentes de toda la temporada. Un capítulo que con muy poco nos ha dado mucho y que, sin duda, consagra a Carol y a Maggie como dos de los personajes más interesantes de The Walking Dead. El grupo de Rick es temible y letal, eso ha quedado más que comprobado, pero estos actos acarrearán consecuencias. No importa que los Salvadores repitan "todos somos Negan" de manera simbólica, porque nosotros sabemos que Negan, de facto, será Jeffrey Dean Morgan. Y esta matanza no hará más que enfurecerle y atraer una atención indeseada sobre ellos. Por tanto, podríamos decir que han ganado una batalla... ¿pero podrán ganar la guerra?
PD: Cada vez que estos dos se abrazan me matan de amor, de verdad.


Isidro López (@Drolope)