Crítica del 6x16 "Room 147" de Castle

Publicado el 30 marzo 2014 por Dro @Drolope
Tras unas cuantas semanas de parón en España (aunque en Estados Unidos continúen a su ritmo y hayan emitido ya hasta el episodio 6x19), Castle ha vuelto a nuestras pantallas con un capítulo bastante peculiar. ¿Os habíais planteado alguna vez qué pasaría si el primer sospechoso que llegara confesara el crimen nada más entrar por la puerta? Yo no, y de esto es de lo que trata este episodio, aunque las cosas no son precisamente tan fáciles como parece. ¡Spoilers si continuáis leyendo!
"11 segundos para una confesión. Debe ser tu récord personal" -Richard Castle"Pareces decepcionado, Castle" - Kate Beckett
El original caso de esta semana lleva a Castle y Beckett a la habitación 147 de un hotel donde un hombre ha sido asesinado. Quiero hacer un paréntesis porque de nuevo aparece el número 47, como en "47 seconds", la habitación 47 del 3XK, el año 1947 en "The blue butterfly", y otros muchos, ¿qué significa? Yo todavía no he encontrado el significado, pero aparece constantemente y hay muchísimas publicaciones en la red sobre Castle y el número 47 que rozan la obsesión y aquí un ejemplo, así que os invito a especular o a hacer cualquier tipo de aportación al blog sobre este misterio de Castle.La investigación comienza de manera normal, como cualquier otra, pero como ya he dicho, la presunta asesina aparece demasiado rápido. Esto, además de ser una sorpresa por la facilidad con la que todo se resuelve, hace que, para Castle, el caso se convierta en un aburrimiento. Pero la confesión de la mujer no acaba de cuajar y Castle se queda sin ideas (con lo creativo que es, es para preocuparse, ¿no?), y para solucionar -o quizás complicar más la investigación- pronto aparece un nuevo sospechoso que se declara culpable tanto o más rápido que la primera. A partir de este momento, el caso vuelve a recuperar todo el interés por parte de Castle y Beckett, aunque ésta última esté algo más enervada por tener que solucionar las discusiones entre los confesos, que se pelean intentando demostrar su culpabilidad. Pero por si dos sospechosos no eran suficientes, la gota que colma el vaso llega con un tercer sospechoso que se declara culpable en menos que canta un gallo. Pobre hombre, la verdad, porque casi parecía que se reían de él, y prácticamente lo ignoraban, cosa que por otro lado es normal, porque ya se sabían hasta el más mínimo detalle de todo lo que había pasado en esa habitación.

Y con esto llegamos a lo importante del caso: los detalles. Cuando cada uno de los tres confesos rememora el momento del asesinato, se ve claramente que es imposible lo que cuentan. Es tan evidente que todos mienten cuando se abre la puerta de la nevera al contrario de la que había en el escenario del crimen, que el caso casi pierde la gracia. Pero lo más interesante es lo que continúa: cuando consiguen enlazar a los tres “asesinos”, gracias a un extraño símbolo, esto los dirige directamente a una asociación llamada “Eternal Horizons Institute” donde, supuestamente, los tres sospechosos iban a que les ayudaran a cambiar sus vidas. ¿Y qué mejor manera de cambiar la vida de la gente que drogándola y metiéndole recuerdos falsos en la cabeza con videos? Claro que sí, es a eso a lo que se dedica la asociación, pero ¿qué más se puede esperar de una asociación dirigida por un hombre que cuando la policía va a interrogarlo finge estar en Estocolmo y habla con ellos por videollamada? Nada. Por este lado, consiguen descubrir que el pobre hombre muerto era un actor que había grabado el vídeo por el que todos ellos pensaban que lo habían matado. Algo bueno tiene que salir de un caso de este tipo y es que los tres sospechosos acaban yéndose juntos y con una historia que contar -así, tan amigos-, pero todavía nos falta el asesino, que resulta ser una compañera del grupo de teatro en la que la víctima trabajaba.
“Como tenga que oír esa confesión otra vez, le pego un tiro a alguien” - Kate Beckett
Además, este capítulo ha retomado la trama perdida de Alexis, que tras dejar a Pi (al fin se ha obrado el milagro), continúa viviendo sola en su piso y trabajando noche y día para poder pagar el alquiler. Castle, como buen padre -y buen rico- le insiste una y otra vez para que regrese a casa, pero la niña es demasiado cabezota para ello. El hecho de que Alexis no quiera vivir en casa ahora que Beckett parece haberse trasladado casi definitivamente al loft, parece preocuparle a la detective, que no duda en ir a hablar con Alexis para salir de dudas sobre el motivo de su negativa. Finalmente, Beckett consigue que Alexis, con su orgullo herido por haber fracasado en su intento de emancipación, regrese a casa. No se puede negar que Beckett es una santa y que su amor por Castle está por encima de todas las cosas. Si lo pensamos bien, a ella podría importarle un pimiento lo que le pasara a Alexis, como a mí desde que volvió de su viaje a Costa Rica, pero no, sabe que para Castle es importante que su hija esté con él y hace todo lo posible para que él sea feliz; yo creo que es admirable y dice mucho de ella.
En este capítulo, por otro lado, se ha dejado bastante de lado el tema de la boda. ¿Habrá boda esta temporada? Yo opino que no, porque no tiene pinta, pero ¿qué creéis vosotros? ¡No dejéis de comentar!- El final de temporada de Castle será el 12 de mayo-
Doralicia (@Doralais)
Otras entradas que te pueden interesar:

Crítica del 6x15 "Smells like teen spirit" de CastleCrítica del 6x14 "Dressed to kill" de Castle