*SPOILERS*
Eric, tú no. Tú no
Hablando de Bon Temps, los ciudadanos del encantador pueblo están completamente perdidos. Su alcalde, Sam, no se aleja mucho de su situación. Tras ver que los vampiros zombies acechan al pueblo, a Merlotte no se le ocurre la mejor opción que mantenerlos ocupados arreglando el Bellefleur’s-antes-conocido-como-Merlotte’s. Sin embargo, Vince, su rival en las elecciones y ese personaje creado para dar por culo – esto estaba muy claro –, convence a los presentes en el bar para que dejen de servir a su alcalde-que-se-convierte-en-collie y se pasen a las armas. Adilyn, quien lee la mente de una de las presentes, saca a su amorcito de allí y pone en sobre aviso a Kenya, la cual se encuentra en la comisaría. Los pueblerinos tienen pensado hacerse con la armería del lugar. Finalmente, convencen a la policía de que deje de resistirse y se una a ellos, esposando a su vez a Adilyn y a su amorcito, no sin antes de que el hada novata saque a relucir sus desconocidos – para ella – poderes. Lejos de allí, en la casa de los Bellefleur, Jessica siente que su protegida está en peligro pero no puede hacer nada para salvarla al ser de día. En lo que hay que fijarse bien no es en su preocupación por el hada sino en la mordedura que tiene en el brazo, la cual no se ha curado todavía. ¿Jessica ha contraído la hepatitis V? ¿OTRA A LA QUE SE QUIEREN CARGAR? ¡Jessica tiene que ser feliz con James! ¿Qué parte de “felicidad” no entiendes, HBO?
Por último, Arlene, Holly y Nicole siguen luchando por seguir con vida en el sótano del Fangtasia. La pelirroja descubre que la nueva Parca es la que fue profesora de sus hijos, la señorita Harris. Sirviéndose de eso, intenta que la vampiresa les saque de la situación en la que se encuentran. Cuando están con las mieles de la libertad en los labios, la vampiresa pide como último favor que se alimente de una de ellas antes de que las deje libres. Arlene acepta de forma insegura y la vampiresa comienza a beber. Sin embargo, su enfermedad se acentúa y acaba por explotar entre las piernas de la camarera.
El capítulo ha sido mucho mejor que la season premiere, me ha entretenido y enganchado, que es lo importante de esta serie. Tanto el principio como el final del capítulo me han sorprendido, más esto último por el descubrimiento que hace Pam, el cual a todos seguramente nos habrá cabreado por nuestro amor por el personaje de Eric. Tengo que destacar a Andy, el cual me ha chocado lo mucho que ha madurado desde que se ha convertido en padre. No voy a negar que es un padre pesado y malhumorado la mayor parte del tiempo pero se debe al dolor que todavía guarda por la muerte de sus hijas. Ese “voy a hacer a Holly una mujer honesta en cuanto vuelva” me ha gustado bastante, aunque queda un poco arcaico, para qué negarlo. Andy siempre me ha caído mal, nunca me ha parecido un personaje que merezca la pena tener minutos de protagonismo, pero esta madurez que ha demostrado en ese comentario me ha gustado. Esto no significa que me caigas bien, Andy. Sigues siendo un capullo que debía estar criando malvas desde hace mucho tiempo. Por otra parte, los recuerdos de Sookie me han gustado bastante. Tengo que reconocer que no veo un gran futuro a la relación que tiene con Alcide – ambos se están mintiendo si creen que van a durar –, pero tampoco quiero que se quede con Eric – el vikingo es mío, chata –. Así que la única opción que tiene es Bill y, aunque duela, es con quien se tiene que quedar. El primer amor es el que más marca y con esos recuerdos creo que se pone en evidencia que sigue sintiendo cosas por él, aunque ella se mienta a sí misma.
Por mi parte nada más excepto recordaros que podéis expresar vuestra opinión sobre el capítulo en el apartado de comentarios, los cuales son siempre agradecidos y bien recibidos.
¡Hasta la semana que viene!
Irene (@MissSkarsgard)
P.D: Rutina Wesley (Tara) tenía razón: la muerte no es el final de un personaje. Espero que sí lo sea para un viejo conocido de los fans de Bones, el doctor Clark Edison. Ya me caía mal en una serie así que en esta no creo que salga tampoco bien parado.