Crítica Del 7x08 "Restraint" De The Good Wife: The Girl Who Saved The Firm

Publicado el 24 noviembre 2015 por Dro @Drolope

Las noticias que saltan a la palestra sobre The Good Wife no resultan muy esperanzadoras para su continuidad. Sin embargo, al ver la serie, podemos observar que, si quieren explorar algunas líneas argumentales que se rumorean, no podrían cerrarla en esta séptima temporada. ¿Podemos mantener la esperanza de seguir viendo a Alicia Florrick un poco más? Por ahora disfrutemos de lo que nos ofrecen, que no es poco. Si quieres enterarte de lo que ha pasado, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*

Vete pasando el número que la cola es larga

Los King se han propuesto hacernos reír después del drama de la temporada pasada – esto os lo podéis tomar referente a las tramas expuestas o a la agridulce experiencia que tuvimos algunos –, y es de agradecer ya que lo hace con un humor inteligente y sutil propio de la serie. Empezando por Alicia, como preveíamos, el estado de salud de su nuevo bufete, Florrick & Quinn – se han descojonado al ponerle el nombre, ¿eh? –, es más bien crítico que otra cosa. No ganan pasta y la que tienen la gastan en el Jason “Fucker” Crouse. Vamos, que sería mejor que le metiesen billetes en un hipotético tanga rojo – o de leopardo – mientras baila de forma muy sensual para Alicia; por lo menos se quedaría más satisfecha – y nosotros también –. Sinceramente, llevo sin dar un duro por este nuevo bufete desde que lo planteó porque me parece muy innecesario empezar de nuevo, me da tanta pereza, así que si en algún momento se tienen que separar ni lloraría de la felicidad, realmente me quedaría como si una vaca ve pasar un tren. Igual. Lo bueno de esta trama es que han rehabilitado a una Grace que sólo servía como consultora de la Biblia 24/7 y como contorsionista en sus ratos de estudios. La pequeña de los Florrick nos está demostrando no sólo que es graciosa y que como secretaria es muy eficaz, sino que también es la más inteligente de esa casa. Haciendo uso de Youtube y sus audios de ruidos de oficina, crea un ambiente de lo más profesional mientras llama a las empresas para ofrecer los servicios del bufete. Lo más sorprendente del tema es que, al final del episodio, incluso yo le he mandado callar a Alicia para que atendiese a la criatura, que había conseguido, nada más y nada menos, que ¡cuatro clientes top! Estoy en shock al comprobar que me está gustando muchísimo esta Grace aplicada, más madura y menos sierva del Señor, que me estaba crispando los nervios. Pero, como iba diciendo, el bufete está en horas muy bajas, tanto que si no se hace algo – ¿lo que ha conseguido Grace se puede considerar un milagro? – se va a ir a pique. El primero que ha visto la peliaguda situación es Jason, el hombre que hace desaparecer las bragas de Alicia y las del resto de espectadores. Este ha decidido que es mejor buscarse otro curropor si las moscas y, ¿a dónde se ha ido? ¡A Lockhart/Agos! ¿Y a quién no se ha vuelto a mencionar? A Robyn, que cayó en la brecha espacio-temporal que tienen en esta serie. Lo compararía con una Tardis, donde van metiendo ahí a los personajes que ya no van a volver y, hala, adiós muy buenas. Robyn estará ayudando al Doctah como companion; prefiero imaginarme que se lo está pasando bien al menos. Finalmente, aunque Jason intente ocultarlo, la Florrick se da cuenta porque el momento le juega una mala pasada al investigador. ¿Qué hará Alicia? ¿Se convertirá en Christian Grey y le invitará a su “cuarto rojo”? ¡Venga, que queremos un polvo maravilloso entre estos dos! Otro detalle a destacar es la jugada de Alicia y Lucca a Louis Canning, quien ahora está interesado en traer a la segunda a su bufete. Really? ¿Ahora quiere separarlas? Dios mío, qué pereza me ha entrado así de repente, perdonad. Al final él cae en la trampa y le suelta los nombres de posibles futuros clientes si se une a él. Después de que Alicia mire casi lascivamente a una sala de reuniones mientras está con Eli y Courtney – hay que estar muy desesperada para hacer eso – y citarse con los tres clientes candidatos, todo sale desastrosamente mal. Vamos a ver, amigas mías, antes de ir a este tipo de reuniones, ¿habrá que ensayar mínimamente, no? Luego pasa lo que pasa: que no estáis de acuerdo en lo que decís, que os pisáis la una a la otra o, mi momento favorito, que confundes tu actual bufete con el anterior. Gracias por acordarte de Cary, Alicia, algo que los King no hacen – chupaos esa, bitches –.

LA GILMORE

En la otra parte, sirviendo como contrapunto, tenemos a Florrick, Agos & Ugh – no puedo decir su nombre, lo siento –, quienes siguen teniendo una gran cantidad de problemas. Diane continúa ligada a R.D. y a su mano derecha, los cuales sólo vienen a traerla por el valle de la amargura. Lockhart está muy hasta el toto de esta gente y ya no sabe cómo quitárselos del medio, de lo cual me alegro mucho porque sigo sin entender cómo un cliente puede tener tanto poder sobre un bufete. Por favor, matad a R.D. y al otro, que no los quiero volver a ver. En este episodio se vuelve a poner a Diane entre la espada y la pared: si acepta un caso para complacer al cliente o rechazarlo porque va en contra de sus creencias y convicciones. El dilema es interesante y el caso, con un toque un poco macabro por eso de vender partes de fetos, también pero su ejecución me ha parecido un coñazo. Se han centrado más en el vídeo, en el contexto del mismo, que de su contenido, que es lo realmente interesante. Después, metiendo al juez, su opinión y su mala baba, lo han hecho frustrante. Ya que se pone a defenderlo a pesar de no comulgar con el tema, ¿por qué pararla ahora? ¡Menuda tontería, en serio! Menos mal que Diane no se ha achantado y ha ido hacia adelante con ello. Estoy muy de acuerdo con Cary sobre la resolución del caso: ha sido una salida elegante, luchando hasta el final y complaciendo al cliente. Y, ¡por fin Agos ha vuelto a un juzgado después de una vida y media sin pisar uno! Estoy contenta en ese aspecto pero al pobre mío lo siguen dejando de lado y me duele la vida. No me cansaré de decirlo: se merece una trama y, si puede ser un poco personal, mejor porque la temporada pasada lo vimos destruido y, ahora mismo, no sabemos cómo está, sólo que está hasta los cojones de estar rodeado de viejos como Howard Lyman, que liga más que él y ya es el colmo. También es el colmo que estén perdiendo clientes como si no hubiese un mañana, dos de los más importantes en un mismo episodio. ¿Realmente conseguirán recuperarlos o se quedarán con Alicia? Pero lo más glorioso de este episodio y que ha sido el momento en el que he aplaudido es cuando Emily fucking Gilmore ha ocupado mi pantalla del ordenador. WHAT?! ¡Como lo estáis leyendo! Me encanta cuando estas cosas pasan, mi fangirlsale a relucir en todo su esplendor y se ría a carcajada limpia, aplaude y no para de chillar. ¡Qué puntazo que haya salido esta señora! Ya me lo pareció cuando Edward Herrmann apareció allá sobre la ¿tercera temporada? , pero que Kelly Bishop haya recogido en cierta forma ese testigo de que un actor de las Gilmore Girls aparezca en esta serie, me ha parecido brutal, y más si tenemos en cuenta que ha compartido mínimamente escena con Matt Czuchry, quien también estuvo en la serie – ¡#TeamLogan! –.

Awkward

Para terminar, hemos podido conocer un poco más a Courtney Page, la última incorporación a la serie. Sinceramente, no hay mucho que destacar sobre ella porque, pensándolo fríamente, no aporta absolutamente nada a la trama. ¿Que le va a dar dinero a Peter para la campaña? Perfecto. ¿Y algo más excepto ser el lío amoroso de Eli Gold esta temporada y ser “cliente” de Alicia? No, porque no da de sí. La escena entre ella y él en su oficina me ha resultado poco natural, incómoda.Sí, Gold es encantador y te dan ganas de achucharlo pero ya ha tenido momentos de esos sin bajarse los pantalones ante el personaje de Vanessa Williams. “You’re beautiful”, le dice él cortado. ¡Eso ya lo sabía yo desde que la vi bailando con Chayenne, hijo de mi vida! No sé, no termina de convencerme este personaje que encaja bien con la situación pero no con quien quieren juntarla. Sigo diciendo lo mismo: Vanessa Williams, como presencia, como un todo, es mucha mujer para Alan Cumming, y lo mismo pasa con sus personajes, por lo que me parece una pareja desequilibrada en muchos sentidos. Siguiendo con esto, ¿en necesario meterle un interés amoroso a Eli Gold ahora que se está vengando de Peter? Me parece una distracción absurda.  Voy a darle un voto de confianza – otro – y a ver qué ocurre entre estos dos personajes, aunque no estoy  muy convencida de ello.
En general, el episodio no ha estado mal, me he reído y me he frustrado sobre todo con Diane, quien parece que SÓLO va a tener trama si está R.D. de por medio, por lo que yo si fuera vosotros me iría haciendo a la idea, por muy duro que sea. El caso, como ya he dicho anteriormente, me parece que está mal tratado aunque lo que se destaque más sea el conflicto personal-profesional de Lockhart, el cual ya hemos visto. La gracieta del vídeo y los asistentes al juicio ya la vimos hace dos o tres temporadas antes y estuvo muy bien, ahora resulta un poco antigua. Y, por último, espero que Alicia pague a Grace porque, para sólo tener un 0.5% de intereses, la muchacha ha sabido aprovechar muy bien su momento. Eso te pasa por pringada, Alicia, que no aprendes.

Por mi parte nada más excepto recordaros que podéis dejarme vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. Siempre es un placer conocer vuestra opinión sobre la serie y charlar brevemente con vosotros.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Os recuerdo que ya podéis leer el tercer capítulo del fanfic. Vuestras impresiones son más que bienvenidas.
P.D.D: Por si echáis de menos la relación entre Alicia y Kalinda, aquí os dejo este post de Tumblr.

Irene (@MissSkarsgard)