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Crítica Del 7x10 "Thank You" De True Blood: "Everything Ends. Even The Immortals"

Publicado el 26 agosto 2014 por Dro @Drolope
El día ha llegado, nos despedimos de True Blood para siempre. Después de 7 temporadas, hemos llegado al final del camino de Sookie Stackhouse y la pandilla de Bon Temps, aquel que pueblo que alucinó con que un vampiro entrase en su bar por primera vez. Han pasado muchas cosas a lo largo de los años, unas mejores y otras peores, pero este final de temporada no ha estado tan mal. Sin duda alguna podría haber sido mucho peor y, cómo no, podría haber sido mucho mejor. Si quieres enterarte de cómo ha terminado todo, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*
Como ya se vio en el anterior episodio, la mayoría de las historias secundarias estaban ya encauzadas o terminadas. Por una parte, Arlene y Keith terminan juntos, Hoyt se casa con Jessica y tienen esa vida feliz que tanto prometían en el vídeo de boda de Arlene con Terry, y Jason y Brigette también se casan y tienen hijos. Personalmente no me esperaba otra cosa desde el capítulo anterior, así que no tengo grandes objeciones en cuanto a cómo han acabado las cosas para ellos. Lo que sí me ha parecido totalmente sacado de la manga deprisa y corriendo ha sido la boda de Hamby y Fortenberry. Después de que Bill siga intentando darnos pena, su progenie se da cuenta de que ahora mismo Compton es lo más cercano a un padre que tiene y, claro, como no le queda mucho tiempo, pues hala, ¡a casarse! Y así, improvisando sobre la marcha, pidiéndole a Jason, al que le diste un puñetazo la anterior noche, que sea tu padrino; el otro le corte las flores a la hermana, y Arlene y Holly hagan de vecinas cotillas, ambos se casan de la mano de Andy Bellefleur. Parece que no puede haber un final de temporada sin que haya un casamiento y el típico happily ever after. Por cierto, creía que Bill se iba a morir en cualquier momento durante la ceremonia. Menos mal que aguantó.
Pero en lo que respecta a la trama principal, es aquí donde ha habido “sorpresas”. El capítulo entero ha sido un ensalzamiento de Bill como el mártir que tiene que morir para que Sookie sea feliz y tenga una vida normal. Que si Bill le quiere mucho, que quiere que tenga lo mejor, que sin él va a ser libre… La serie no podía terminar sin que Bill nos diera el coñazo de lo lindo. Ya sabíamos que estaba preparado para aceptar la muerte verdadera pero no me imaginaba que iba a meter a Sookie en el embrollo. De esta manera, Bill muere y ella se convierte en una persona normal – aunque lo de su tontería no creo que se arregle – al lanzarle una bola de luz y terminar con sus poderes. Finalmente, Sookie decide que no puede dejar de ser un hada por Bill porque forma parte de ella, al igual que su amorcito vampírico, así que qué mejor que atravesarle con un palo. El último momento es simbólico ya que ella no se ve capaz de hacerlo y Bill decide ayudarla poniendo sus manos sobre las suyas. Y ahí se acaba Bill Compton, en el que tenía que ser su ataúd y así ha sido. Y cómo no, para hacerlo más dramático todavía, Sookie, completamente bañada por la sangre del que fue su gran amor, se dedica a cubrir el ataúd con tierra con sus propias manos, literalmente. Eso pasa por cargarte la pala, aunque me pregunto cómo es que no tardó la noche entera en taparlo todo. Una cosa que me ha tocado un poco las narices es ese speech religioso por parte del reverendo. ¿Desde cuándo en esta serie han recurrido a Dios para tomar una decisión? ¿DESDE CUÁNDO? Me ha parecido muy gratuito y fuera de contexto.
Para los habitantes de Bon Temps todo acaba en un bonito final feliz adornado con un gran lazo rojo, una comida en el jardín de Sookie con todos sus amigos: Jessica y Hoyt, Brigette y Jason con sus tres hijos (dos niñas y un niño), Arlene y Keith más enamorados que nunca, Sam y Nicole con su hija Victoria y otro bebé recién nacido, Lafayette y James , a los que sólo les hemos visto en esa escena en esta series finale (MAL, guionistas de True Blood); y por último a Sookie muy embarazada con su marido, al que sólo enseñan de espaldas. Aunque me he quedado con ganas de saber quién es, es sólo un símbolo de que Sookie acaba como Bill quería: teniendo una vida normal con un tío normal. Si lo analizamos un poco esto no tiene mucho sentido porque – alguien no se ha acordado de ello –Sookie oirá los pensamientos de su marido, razón por la cual huía de los humanos y se iba con los seres sobrenaturales.
Y no, no me he olvidado del rey y la reina de esta temporada, a los que voy a echar muchísimo de menos. Eric por fin se ha desmelenado junto con Pam matando al grupo de la Yakuza – ¡POR FIN! – y se ha convertido en el director y presidente de New Blood, aparte de seguir con el Fangtasia sentándose cada noche en el trono  reciclando la escena que vimos en el 3x01  mientras que Pam convierte a una Sarah Newlin que ha perdido la cabeza en una prostituta que vale miles de dólares.

Esta series finaleha tenido grandes momentos divertidos: Eric en el coche de la Yakuza siguiendo el ritmo de la música con la cabeza, el anuncio de New Blood junto con Pam, y con cameo de Charlaine Harris, autora de los libros en los que se basaba la serie – porque ambos caminos se dispersaron hace mucho tiempo –; Pam y Eric en la Bolsa de Nueva York al más puro estilo Newlin, y Sarah Newlin teniendo alucinaciones con su exmarido, Steve. Creo que el final de Sarah es mucho mejor que la muerte: es una condena, y me alegro por ello. Por otro lado, este último episodio tiene cosas que cambiaría: no mataría a Bill sino que haría que se convirtiese en humano, ya sea porque la enfermedad lo lleva a eso debido a la sangre de Sookie o por cualquier razón ilógica-pero-que-nos-cuadra-porque-es-True Blood que se les hubiese ocurrido a los guionistas. Así, Sookie tendría esa vida normal pero con Bill a su lado. Le hubiese dado un rinconcito a Lafayette, ya que ha estado desaparecido durante unos pocos episodios y merecía despedirse en condiciones. De todas formas, el final de serie me ha parecido de lo más normalito, pisando sobre seguro en muchas ocasiones y sin hacer nada loco. Algo que ha sorprendido a los espectadores es que no ha habido ni una sola escena de sexo, sello propio de la serie y de la cadena que la emite, HBO. Personalmente, tampoco la he echado de menos, no venía al caso meter a alguien desnudo montándoselo en el este capítulo.
En general, esta temporada ha sido muy olvidable, arrastrando tramas de relleno que no venían al caso, haciendo una criba necesaria de personajes que importaban poco o nada, yendo a medio gas durante los 10 episodios. Sigo diciendo que se deshicieron de Warlow demasiado pronto, cuando podrían haberlo mantenido esta temporada y que se convirtiera en un gran villano pero no, tuvieron que meter a la Yakuza que ni pincha ni corta y a un Bill moribundo intentando dar pena cuando daba más bien risa. Esta temporada era la de darlo absolutamente todo, que fuese un WTF continúo, una locura total, y sólo se ha quedado en un gran meh. Sinceramente, ha sido una gran decepción, dicho por una gran truebie.
Pero no nos quedemos con lo malo de True Blood, os animo a que nos quedemos con lo bueno: las grandes líneas de Pam, su vestuario, su admiración por su creador, los momentos badass de Eric, su cuarta y “olvidadiza” temporada, ese culo en el 3x01, la evolución de Jason, cosa que me ha dejado perpleja; el disfraz de Caperucita de Jessica y ESA escena, el momento “soy un orgulloso vampiro americano gay y te quiero, Jason Stackhouse” de Steve Newlin, Russell Edgington en su esplendor, Lafayette con sus modelitos y su actitud, todos los WTF’s de la serie, y todos los momentos en conjunto que nos han hecho disfrutar de una serie con la que hemos pasado mucho tiempo. Quiero pensar en positivo y olvidarme en gran medida de esta última temporada que emborrona el gran recuerdo que tengo de esta serie.
Gracias True Blood por todo, sobre todo por descubrirnos a una gran familia con unos genes estupendos como los Skarsgard y por el nuevo novio de Sofía Vergara, Joe Manganiello. Ella lo agradece más que nadie. Pero, de verdad y de corazón, gracias porque debido a esta serie he conocido a mucha gente por el universo de Twitter y por este blog y eso siempre es importante.
Por último, a todos aquellos que habéis leído las reviews de una servidora, gracias por estar semana tras semana comentando conmigo lo que ha ido pasado durante esta última temporada. Ha sido interesante conocer qué pasaba por vuestras cabezas, y os invito a que lo sigáis haciendo con la series finale. Me gustaría saber qué os ha parecido, y no os preocupéis por las parrafadas, son bienvenidas.
¡Hasta siempre, truebies!
Irene (@MissSkarsgard)
P.D: Aquí tenéis la entrevista que Entertaiment Weekly le hizo a Kristin Bauer van Straten, nuestra Pam, sobre la series finale.
P.D.D: Aquí tenéis también a Brian Buckner, el showrunner, respondiendo algunas preguntas sobre el final de la serie.
P.D.D.D: La canción que cierra la serie es Thank You de Led Zeppelin.
P.D.D.D.D: Ayer, 25 de agosto, nuestro vikingo favorito cumplió 38 años. Happy birthday, Alexander Skarsgard!

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