Crítica Del 7x11 "Iowa" De The Good Wife: Were Things Better In The Old Good Days?

Publicado el 12 enero 2016 por Dro @Drolope
¡Feliz año a todos! ¿Papá Noel/Los Reyes Magos se han portado bien? ¿Algún regalo seriéfilo? Uno de los que podríamos contar entre ellos es este nuevo episodio de The Good Wife, del cual había ganas después del cliffhanger con el que nos dejaron. Si quieres saber lo que ha pasado esta semana, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*

Ya tengo regalo para su cumpleaños:
¡una vajilla nueva!

El cliffhanger famoso es la confesión por parte de Eli Gold a Alicia sobre el mensaje borrado que le dejó Will al final de la primera temporada, el mismo en el que ella le pedía un plan si querían estar juntos y ser la esposa modelo al mismo tiempo. Ya la promo – quienes no pudieseis aguantaros como yo – adelantaba que ese “get out” traía cola, o por lo menos de forma momentánea. La Florrick, ante un Eli cagándose en los pantalones silenciosamente, saca la vajilla, esa que le parece un horror de lo sosa que es, y se dedica a tirar platos contra las paredes del cabreo, impotencia y frustración que tiene encima. ¿Mi reacción? Me ha parecido una respuesta exagerada y me ha recordado en cierta forma a la escena de la carta de Kalinda en la pasada temporada, donde Alicia parecía que sufría de retortijones fuertes por haber comido Activias caducados. Seriously, Jules, what happened to you?Me parece actuación de diva, qué queréis que os diga. Entiendo que esté cabreada, que se abra una herida que está curándose con el tiempo y que se haya abierto otra en su amistad con Eli – no se puede negar que son amigos –, pero esa forma de explotar no me acaba de convencer, al igual que tampoco me convence que saquen a Will cada dos por tres para dar un giro dramático y poner la vida de esta mujer patas arriba.  ¿Echamos de menos a Will? Sí. ¿Nos gusta que le recuerden? Sí. Pero también es cierto que Alicia ha seguido hacia adelante, que se quiere tirar salvajemente a Jason y eso es un paso muy grande. Hablando del investigador, nuestro Fucker se presenta en su casa tímidamente y, al verla que está rara, le pregunta que si le pasa algo – ¡Oh, qué mono! –. Y justo en ese momento de rabia total, en el que Alicia luego nos permite ver qué actitud muestra más tarde, se presentaba el momento PERFECTO para tirarse a Jason, un “¡que le den a todo!” definitivo. PERO NO, porque Alicia es tonta y aunque hay cosas que le suden bastante el coño – hablando mal y pronto –, parece que todavía no ha creado las cataratas del Niágara que tenemos muchas entre las piernas cuando vemos a Crouse. En serio, Alicia, ¿cuándo vas a dejar salir a tu tigresa interior y vas a volverte tan loca que te van a cambiar esa peluca horrorosa sin que te des cuenta? Este polvazo se está haciendo esperar de una forma que me desquicia. 

¿Alguien quiere un pañuelo?

Más tarde, ya en el bus del tour 2015-2016 que hace Peter Florrick con su variedad de duetos a lo Bertín Osborne pero por toda Iowa, vemos a una Alicia en actitud pasota/zen, con su música y sus libros, chorreándole todo porque con Peter sí, pero con tu investigador sexy no – idiota –. Y es en este momento cuando se pone melancólica y reflexiva sobre su vida. No hacía ninguna falta que Alicia le dijese a Ruth, con la quien se ha aliado porque a Eli le quiere más bien muerto que otra cosa, que si estuviera en Georgetown le diría que sí a Will y que su vida sería muy diferente. Eastman no piensa lo mismo; se decanta por que, a pesar del camino que elijamos, siempre llegamos al mismo punto: un precipicio que nos invita a saltar – y dar su consecuente gran cambio en la vida, in my opinion –, o quedarnos en el borde, resignados a quedarnos allí para siempre o esperando el coraje necesario para dejar todo atrás. Personalmente, creo que la vida con Will hubiese sido muy diferente para Alicia, más terrenal, pasional, romántica y con la ley por delante, no la política. La Florrick está harta de ser Santa Alicia, de tener que poner buenas caras, de ser un segundo foco de atención, incluso a veces el primero. Ella quiere ser abogada, no la mujer del presidente o del candidato en cuestión. La mujer que vemos en ese vídeo hecho in fraganti hablando con Eli es la verdadera Alicia, no la que luego dice lo bien que se lo está pasando metida en un autobús donde todo le da igual pero que preferiría cuidar de sus hijos resfriados porque es madre y ellos son su prioridad. Ese momento me ha llegado a dar asco porque no hay quien se la crea, aunque los cazurros de Iowa sí lo hiciesen por un rato. Finalmente, quien se carga su propia campaña es Peter Florrick por no comerse un puto sándwich, el tercero, es cierto, pero el señor no ha entendido que hay que sacrificarse por los votantes. También tiene su ración de culpa Ruth Eastman. Eli Gold, en modo total bitch, le ver que lo ciega que ha estado durante todo este tiempo: Peter Florrick no es un número uno, Alicia lo es. Y Eastman se queda por los suelos o, mejor dicho, bebiendo porque es lo único que puede hacer. Creo que YA ERA HORA de que Florrick se diese el hostión político de su vida: ha sido un putero, un corrupto y un mal jugador en esta última ocasión por no saber con quién juntarse. Ya era hora de que Peter no ganase, de que las cosas no saliesen bien. Ya nos han dado la última ración de suerte con el flautista de Hamelín particular del candidato, que canta y va ganando votantes por donde pasa. En serio, ¡¿qué mierda es esa?! No hay quien se lo crea, de verdad. Pero, Gobernador Florrick, decirle que la flor del culo se le ha caído de una vez por todas y que sí, yo también hubiese votado por Hillary. Hay que destacar esa confesión de Ruth, una escena que me ha parecido sincera aunque no me confiaría – trust no one, folks –. Eastman me parece una zorra con piel de cordero, se nos ha presentado como la antagonista de Eli, por lo que la notaba un poco lejana, pero esa escena me ha hecho empatizar con ella. ¿Seguiremos viéndola? No está nada claro por dónde van a ir los tiros ahora con Peter pero, mientras menos lo veamos mejor porque, sinceramente, me da bastante igual su carrera política. Decir que la actitud de Alicia en este episodio, a pesar de que sea diferente que en otros capítulos, me ha llegado a irritar. Me parece muy bien que se ponga a pensar si realmente quiere esta vida y este tipo de cosas, pero me parece una actitud un poco de quinceañera tocapelotas. Estás dolida, lo sabemos, pero prefiero que el cabreo que sientas lo utilices para salir hacia adelante, no que andes en plan casi emo.
Siguiendo con los Florrick, mientras Alicia está por Iowa con su Julio Iglesias particular – fijo que Peter se tiraba a las coristas como Julio y tú lo sabes –, Lucca se encuentra ocupada con el acuerdo prenupcial de Jackie. Como no podía ser de otra forma, esta mujer sigue siendo una zorra como ella sola pero ahora le toca aguantarla a Howard. Cuando se descubre que Lyman tiene dos millones de dólares metidos en una empresa fantasma y que este, supuestamente, no sabe nada del asunto, Jackie empieza a atacar como la hijaputa que es – esto es innegable y hay que recalcarlo, que es un detalle importante –. La madre Florrick empieza con su “es que ya no sabes lo que haces, Howard”, “es que estás senil”, “oh, ya no estás senil, sino totalmente loco”, “necesitas que alguien tenga poderes notariales porque no puedes cuidar de ti mismo” simplemente para trincar dinero porque, sí, amigos, por “enamorados” que parezcan, en el fondo la tela es la tela. Ya lo hemos visto anteriormente cuando ella ayudó a su entonces novio para quedar bien frente a los socios mayoritarios de Lockhart, Agos & Ugh y así no perder su puesto de trabajo. Luego, como pasa al final del capítulo, cuando Jackie descubre que su prometido estaba diciendo la verdad, lo tapa todo con que se quieren mucho y que, a su edad – tenéis un pie en la tumba, zorros –, ya no va a encontrar el amor por lo que mejor dejarlo estar. Realmente, el más zorro de todos es David Lee, quien se está cavando su propia tumba al cometer incluso fraude. ¿Os imagináis que acaba salpicando al bufete? Ya os dije yo que es la serpiente en la cesta. 

#Proud #SexyAsHell

Esto último nos lleva a los problemas en Lockhart, Agos & Ugh, que parece que no salen del agujero en el que están metidos. Después del lío que tuvieron debido al vídeo de Monica, que en ese momento no fue gran cosa, ahora se ha liado un poco parda. La agencia que regula las prácticas de trabajo ha recibido una queja por el problema racial existente en el bufete. Para nosotros no es algo nuevo bajo el sol dado que llevamos siendo testigos de ello desde la primera temporada – hola Dean Levine-Wilkins (personaje de Taye Diggs) y Julius Cain –, pero es cierto que esta poca visualización de los afroamericanos se merece una mayor importancia, es inútil obviarlo. La causante de todo, al parecer, ha sido la propia Monica con una queja que puso, lo que me lleva a preguntarme lo mismo que me pregunté en el pasado episodio: ¡¿por qué cojones la habéis contratado?! Entiendo que el bufete estuviese más que desesperado en la situación que les dejaron los nuevos socios pero, por favor, si alguien caga en tu plato, no le vuelvas a invitar a comer. En serio, creo que la gente de este bufete es subnormal perdida o algo porque no entiendo la mitad de las decisiones que toman. Pero aquí no estoy para cabrearme con este tema sino con lo siguiente. Diane, que parece que la ha tomado con Cary de una forma que es injustificable, le dice que es él quien tiene que disculparse con esta organización, servir su cabeza en bandeja de plata y hacer este sacrificio por el bufete. ¿Por el bufete? ¡Mis cojones el bufete! BASTA YA DE ESTE ACOSO Y DERRIBO HACIA CARY, POR FAVOR. Robert y Michelle King, ya sabemos que el chaval os cae mal, dejadle en paz de una vez. ¡¿Desde cuándo Diane está más ciega que un topo?! ¡¿Desde cuándo se posiciona a favor de un señor que no sirve para nada excepto para causar problemas y en contra de un tío que es socio fundador del bufete, que estuvo antes que incluso ella misma?! ¿Alguien le puede dar sopapos a Lockhart, por favor? Sé muy bien que soy pesada con Agos, lo siento, pero es que es tal nivel de injusticia que es descorazonador. Menos mal que mi niño es listo y, cuando tiene la oportunidad perfecta de cargarle el muerto a quien realmente se lo merece, LO HACE – aprende Alicia –. Sí, por fin Cary Agos tiene un par de huevos y ha decidido que va a jugar con él su santa madre porque ya está bien. Sinceramente pienso que, o Cary se va harto ya de tanto mamoneo absurdo, o va a ir cargándose a los socios uno a uno, lo que molaría muchísimo porque se merece ir de verdugo ante este panorama. Y a la última que debería cargarse es a Diane porque, sí, es cierto que le representó durante la temporada pasada, que se lleva bien con ella, pero es que tiene unos derepentes que me cuesta creer que sean socios. #DevolvednosALaDianeDeSiempre
En general, el episodio de vuelta no ha estado mal, hago un balance positivo, pero es cierto que tiene ciertas cosas que chirrían o que no me terminan de convencer. Lo que sí me convence no es sólo ver a Zach y Grace otra vez juntos, siendo ambos monísimos y sin ganas de desfigurarlos con una Biblia – al más puro estilo Banshee –, sino también esa cara de Alicia al final del episodio como si en cierta forma se sintiese liberada de la carrera política de su marido; ha saltado al precipicio y, por un segundo, tiene esperanza en su interior. ¿Podríamos estar cerca de un posible divorcio entre los Florrick? Me gustaría verlo. Cortaría el cordón umbilical que la ata a Peter de una vez por todas y pasaría a ser ella misma sin tener que pensarse dos veces qué dice delante de quién. Hablando sobre eso me viene una pregunta a la mente: entonces, ¿estamos realmente ante la última temporada de la serie? A ver si responden ante la pregunta del millón de dólares porque nos vamos a quedar sin uñas al paso que van.
Por mi parte nada más excepto recordaros que podéis dejar vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. Siempre me interesa saber qué opináis y cómo estáis llevando esta séptima temporada.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Aunque no se fue por vacaciones de navidad, el fanfic vuelve de forma oficial al blog. Aquí tenéis el capítulo sexto para quienes se lo perdieron y aquí el séptimo, recién publicado. Espero vuestras impresiones al respecto.
P.D.D: Parece que la séptima temporada podría no ser la última si así lo decide la CBS, pero sí que lo sería para los King. Como han declarado para TVLine, Robert y Michelle King pasarían a ser meros supervisores de la serie en la hipotética octava temporada, por lo que su puesto de showrunners estaría vacante. ¡Me ofrezco voluntaria, amigos!

Irene (@MissSkarsgard)