A la octava temporada de The Walking Dead le están lloviendo palos por todas partes... y no es para menos. La que debería estar siendo una "guerra épica" está siendo de todo menos épica. Los problemas del 8x01 "Mercy" y el 8x02 "The Damned" persisten en "Monster", pero este episodio, por suerte, aunque sin ser brillante en ningún sentido, sí muestra signos de mejoría y algunos puntos interesantes que merece la pena analizar.
¡Ojo, spoilers!
Carol es más bonita que la vida, pero me gustaría que profundizasen un poco mejor (o profundizasen, a secas) en lo que está suponiendo para ella volver a ser una asesina a sangre fría.
Ya hemos ido viendo a lo largo de estas semanas que la nueva narrativa ha llegado para quedarse. Los guionistas de The Walking Dead pensaron que sería una gran idea dividir a los protagonistas en grupos y liarles a pegarse tiros con los Salvadores. Sin embargo, el ritmo torpe, repetitivo –ya llevamos TRES episodios con esto–, y batallas poco inspiradas que adolecen de espectacularidad por todas partes, están convirtiendo a The Walking Dead en una 'Call of Duty' cutre. ¿De verdad esta es una de las series más populares del mundo? No estoy pidiendo batallas tan apoteósicas como las de Game of Thrones pero, si vas a basar la temporada en eso, qué menos que currártelo más.
"Monsters" sigue ahondando en una idea que ya germinaba en el episodio anterior. ¿Qué es lícito, y qué no, hacer en una guerra? Tara, dolida por la muerte de Denise, y Morganquieren vengarse y asesinar a todos los Salvadores. En contraposición a eso, Jesús defenderá una posición más luminosa que Morgan criticará por ingenua, y que Jesús tendrá que defender a golpes. Por suerte, Jesús se ha formado en la misma escuela que la rubia de Kill Bill, y es un ninja estupendo. Y lo cierto es que hoy por hoy él es, de lejos, uno de los personajes más carismáticos y tolerables de The Walking Dead. O, al menos, uno que me inspira algo de simpatía e interés en un mar de randoms.
Que Rick abra los ojos ante su propia falta de humanidad ha sido quizá uno de los puntos más fuertes de "Monsters".
Esta misma cuestión también se ha explorado desde la perspectiva de Rick y Daryl. Nuestro ballestero solitario se ha convertido en un auténtico asesino a sangre fría; tanto, que incluso Rick se escandaliza cuando asesina a alguien sin pestañear. ¿Realmente la palabra de un hombre no vale nada en estos tiempos?
La charla con Morales –que volvió a la serie para decir "hola , todos somos capullos, adiós"–, y el asesinato del padre de Gracie, han hecho replantearse a Rick su propia identidad. ¿En quién se ha convertido tras ese largo camino? Y, lo que es más importante: ¿está dispuesto a seguir siendo así? ¿Podrá seguir siendo un hombre que sabe que decepciona a Carrrrrrrrrrrl?
Gregory está sirviendo bastante bien como punto cómico de la temporada, aunque a veces me pregunto hasta qué punto es productivo dedicarle tiempo a él y no a otros.
El perdón ha sido, como decía, el tema central de "Monsters". Y es que perdón ha sido lo que también ha conseguido Gregory tras esa charla tragicómica a través de las puertas de Hilltop. Maggie, "la Viuda", se ha erigido como una líder comprensiva que también mirará con ojos compasivos al pelotón de Salvadores que Jesús le trae a su nuevo hogar. ¿Es esta la forma más inteligente de dirigir? ¿Deben mirar, como propone Jesús, a un futuro de paz y convivencia? ¿O quizá sea más efectivo el método aséptico de Daryl?
Eric, por otra parte, ha sido la primera "gran" baja de la temporada. Y lo cierto es que no esperaba que sobreviviera una pareja LGTB, pero sí que su despedida fuera menos cutre y forzada. ¿No os ha parecido muy ridícula? ¿Os imagináis un final así para Richonne? Recapitulemos: hay herida de salida de la bala, solo necesitas atenderle y detener el desangrado... ¿pero le dejas en el árbol y te piras? Esto tendría más sentido si muchas vidas dependieran directamente de Aaron, pero él no era un activo imprescindible en la batalla. De hecho, lo único que hizo fue encontrar a Rick y Daryl una vez ellos ya habían fulminado a los enemigos. ¿Os imagináis hacerle eso al amor de vuestra vida?
Este momento fue realmente tierno, pero lo forzado de la marcha de Eric le restó bastante emoción.
Estoy bastante decepcionado con The Walking Dead. Siempre he visto su mejor cara incluso en sus peores momentos, pero ahora me está costando mucho. Está teniendo fallos de principiante en la que ya es su octava temporada. No está siendo lo suficientemente inteligente, ni despiadada, ni interesante, ni frenética. Simplemente se ha asentado en una narrativa que, aunque no es mala, no trasciende, ni apasiona, ni aporta nada nuevo a estas alturas, y mucho menos exprime bien el potencial de sus personajes. Solo nos queda que la situación remonte lo que queda de temporada.
La despedida que NO emocionó a Spielberg.
¿Qué opináis vosotros? ¿Cuál es vuestro balance de estos tres episodios? Si es más positivo que el mío os invito a compartirlo, porque yo ahora lo veo todo muy negro...
Isidro López (@Drolope)