[Crítica destructiva] Hay un spoiler en mi sopa

Publicado el 24 mayo 2014 por Cristina @miss_xerinola
¡He cumplido mi propio reto! Aquí traigo de nuevo otro tema de debate, esta vez uno que todos conocemos y que siempre tocamos alguna vez en nuestros momentos de ocio. Así que, para no rellenar más esta introducción, mejor nos ponemos en materia. Hoy, hablamos de los spoilers.

Podemos entrar en debate también sobre esta jocosa frase (Fuente: We heart it)


¿Quién no sabe a estas alturas qué es un spoiler? Vivimos en un mundo tecnológico donde la información es inmediatez y ésta, a la vez, es poder. Y el poder, o en este caso el saber, no siempre conlleva actos de buena fe sino el tener la sartén por el mango, al menos cuando de spoilers se refiere. Por mucho que digan, por regla general, no nos gusta que los demás puedan destriparnos nuestro libro, serie o película pendiente por un simple comentario descuidado o una imagen promocional, pero muchas veces no diferenciamos correctamente la línea entre el mero saber popular o el interés particular de cada uno. Es lo que me pregunto en estos días tras la salida una nueva entrega de la tediosa saga juvenil Cazadores de Sombras -de esa ingeniosa Cassandra Clare que está llevando a un nuevo nivel el saber explotar su gallina de huevos de oro-, y no hago más que leer a gente suplicando que no comenten nada por redes sociales sobre su historia, ni siquiera de la misma sinopsis. ¿Qué entendemos realmente por un spoiler y hasta qué punto influye en nuestra vida?
Personalmente, opino que hay tres tipos de spoilers. Está el spoiler en sí, la sorpresa, la prohibición, el sobresalto. El gran spoiler. Ese condenado hijo de puta que se te aparece cuando menos te lo esperas, que se te adelanta a la sorpresa o el temor que tenías incrustado en el pecho y te destroza la sensación genuina de compartir con los personajes un hecho destacable o imprescindible en la historia, como desvelar quién muere en Sinsajo en una distendida conversación entre amigas -mea culpa-. Luego está el spoiler susceptible, que si bien no destruye continentes ni hace estallar guerras, sí que crea una buena reprimenda por parte de esa persona a quien sí le ha afectado ese detonante de información, como decir en la propia sinopsis de Obsidian, de Jennifer L.Armentrout, que Daemon es un alien, aunque se sepa nada más empezar la narración. Y luego está el verdadero terror, el que aunque no le llega a la altura del spoiler verdadero, es el que puede destruir hasta amistades duraderas: el spoiler discutible. Es aquel que siempre tiene dos caras, dos tipos de argumentos y es igual de válido por ambas, al menos normalmente. De este tipo recuerdo cierta conversación acalorada que tuve con dos amigos en Facebook acerca de Ataque a los titanes, cuando compartí una imagen de cierta muerte de cierto secundario totalmente prescindible y me acusaron de destriparles algo que, sinceramente, no sé qué tenía de revelador en la historia, pero para ellos sí lo era.

CRUEL y sus extrañas muestras de afecto (Fuente: We heart it)


La información está a la orden del día y mueve millones de datos diarios por todo el mundo, somos una sociedad que se alimenta activamente de estos y, por lo tanto, siempre habrá algo que se nos escape, que se nos adelante y, muy seguramente, nuestras generaciones futuras -lectoras, cinéfilas, seriéfilas, culturetas a fin de cuentas- volverán a encontrarse con diatribas existenciales como las nuestras. ¿Es spoiler decir por qué el niño de El sexto sentido veía muertos? ¿Aún hay que ocultar quién es Darth Vader? ¿No podemos escenificar la estupefacción que sintió Charlton Helston cuando se topó con la Estatua de la Libertad en la playa porque ahora estamos con la moda de los remakes? ¿De verdad aún hay gente que cree que los niños de Los otros estaban enfermos? En mi caso, aún recuerdo cierto comentario vía Twitter donde se me acusó de destripar la trama de El juego de Ender, de Orson Scott Card, cuando compartí el tráiler de su adaptación. Una película de 2013, sí, pero de un libro publicado en 1985 y con el que muchos nos hemos criado. Aquí yo siempre me pregunto hasta qué punto los demás tienen derecho a expresar su opinión sin ofender a otros, o hasta qué punto influye la antigüedad o la denominada "culturilla general" como argumento para desbancar que no estamos ante un hecho revelador. Y entonces viene mi gran duda: ¿Cuál es el límite para la vida de un spoiler? ¿Los primeros capítulos de una novela, el piloto de una serie, los veinte primeros minutos de una película? ¿Los primeros cinco años de duración, la existencia de toda una generación que lo sustente? ¿O el simple hecho de que yo he estado antes y tú no?
El spoiler tiene demasiada vida pendiente y siempre nos da muchos quebraderos de cabeza, y como digo más arriba, tiene muchas caras y casi todas son convincentes y argumentables. Personalmente, soy de las que lo buscan porque el ansia de adelantarme a los acontecimientos me puede, pero confieso que me molesta que me los revelen sin pedir permiso. Prefiero ser yo quien se destroce por dentro y no otra persona. 
¿Qué opináis de los spoilers? ¿Os gustan, os dejan indiferentes o los detestáis? Más importante aún: ¿Qué es para vosotros un spoiler?