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Dirección: Jean-Pierre Dardenne & Luc Dardenne
Guión: Jean-Pierre Dardenne & Luc Dardenne
Reparto: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Pili Groyne, Simon Caudry, Catherine Salée, Batiste Sornin, Alain Eloy, Myriem Akeddiou, Fabienne Sciascia, Olivier Gourmet
Género: Drama
Duración: 95 minutos
Año: 2014
País: Bélgica
Fotografía: Alain Marcoen
Productora: Co-producción Bélgica-Francia; Les Films du Fleuve / Archipel 35
Distribuidora: Wanda Visión
En un contexto de crisis en el que nos encontramos, donde las empresas están continuamente abaratando costes a base de despedir a gente sin tener en cuenta los dramas personales que crean, nos encontramos con el último trabajo de Jean-Pierre y Luc Dardenne, en la salas a partir de mañana. Una visión fidedigna de lo que supone un posible despido y sus consecuencias en la familia de Sandra, una trabajadora cuyo puesto de trabajo dependerá de un hilo por una votación el próximo lunes donde los empleados tendrán que elegir entre una paga extra o que conserve su empleo.
No hay nada más ruin en el mundo laboral, que las decisiones que vengan de arriba sean supeditadas por empleados, con la responsabilidad que eso conlleva, generando sentimientos de culpabilidad totalmente injustificados y donde nadie sabe cuál es la decisión correcta de algo que no les atañe a ellos. En circunstancias como estas uno no sabe si está obrando por el corazón o por la razón. Sentimientos como la hipocresía, llevaran a Sandra a descubrir que en este mundo está lleno de malas personas y bondadosas a partes iguales y que en ocasiones la misericordia hacia el prójimo, produce escenas de lo más incomodas, sobre todo cuando uno se encuentra en una encrucijada como esta.
Alguien que conozca la extensa de los hermanos Dardenne, vera estupefacto los paralelismos que tiene “Dos días, una noche” con su gran obra “Rosetta” (1999) y es que no le falta razón, ya que su última película se asemeja a la ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, pero con pequeños matices. Por ejemplo, el papel femenino recae en nuestro caso en Marion Cotillard, que cruza el charco a tierras europeas, sustituyendo a la joven e inexperta Rosetta por una madre casada con dos hijos y una hipoteca a sus espaldas, por otro lado esta Fabrizio Rongione, repitiendo rol de hombre que está a las buenas y a las maduras con la protagonista. Para finalizar y ya entrándonos un déjà vu nos topamos con el actor fetiche de nuestros directores, Olivier Gourmet que sorprendentemente hace de jefe, repitiendo rol, como ya hizo en “Rosetta” (1999).
La Europa del despilfarro y el consumismo exacerbado que vimos en “Rosetta” da paso en esta película, a una Europa en decrepito donde prima la externalización de fábricas a países donde pagan menos por más, una visión perturbadora de como este absurdo capitalismo tan arraigado, lleva a las personas que más queremos hacia un precipicio en estos tiempos de crisis tan lamentables que nos ha tocado vivir. Estamos ante una carrera de una mujer para sobrevivir, por evitar ser excluida de un sistema más enfermo que ella misma si cabe y que está tan desesperada por las trabas que la han impuesto los demás, que acabara por llevarnos a la desesperación de que sociedad estamos creando para futuras generaciones.
Lo mejor: Las transformaciones que sufre el personaje de Marion Cotillard, muy fieles a la realidad sin irse a las exageraciones. Lo peor: Puede pecar de ser muy lineal en su estructura, aunque habrá gente que encontrará en su simpleza su mayor virtud. Personajes que quedan en 2º plano sin motivo aparente.
Crítica: Iván Heral