[Teresa Cerón López] @ecosdelviniloVenía Robi Draco Rosa anunciando nuevo material discográfico desde hacía algún tiempo. Sus seguidores llevábamos años pidiendo disco con piezas inéditas, pero salud obliga, y mientras nosotros esperábamos pacientemente al artista, este libraba dos duras batallas contra el cancer al que logró patear el trasero con éxito.Durante su largo proceso de sanación, Draco componía y acompañaba la convalecencia con música, siempre y cuando la fuerza lo permitiese. De hecho, acordó con Sony Music, su actual disquera, un disco bonito y de contenido amable con canciones al más puro estilo de Esto Es Vida, nacidas durante su convalecencia. Canciones que la mayoría de su público esperaba como agua de mayo.Pero cuando Robi ingresa en su estudio Phantom Vox, situado en las colinas de Los Ángeles y cercano a su granja en Utuado, se ve incapaz de grabar dichas composiciones.Cuenta el artista en sus últimas entrevistas, que debido a la disminución de medicamentos en su cuerpo, y prácticamente finalizada su enfermedad, empezó a notar que la vida volvía a brotar en su interior Su energía renovada, unida a las ganas de aullarle a la vida, desembocaron en lo que hoy llamamos Monte Sagrado: Diez canciones grabadas al calor de la vida con un puñado de instrumentos que le chillan con ganas al rock.Arropado por músicos de la talla de Doug Pettibone, Monte Sagrado huele a gratitud. Decidido el boricua que esta vez iba a rugir, el disco abre con una inquietante intro En El Hotel De Los Encuentros, para dar paso a la oscura 333, una canción hard core de filo cortante y provocativa en la que su autor con tono desenfadado, reza juguetón y desparramado : “Aquí estoy / En el hotel de los encuentros / con los bolsillos llenos de palabras / Y cartas / Y fotos / Y risa / Y lamentos / Poquito de ti / Poquito de mi / Poquito de todo”. Le sigue la brillante Que Se Joda El Dolor, apuntalada por un coro agudo y post punk que sirve de bálsamo y retroalimentación a un Draco Rosa que, desafiante, planta cara a la pena apoyado por bajos, guitarras, y baterías. Cantando feliz eso de: ”Una copita de buen amor y que se joda el dolor”, da paso a Dentro De Ti, canción con una importante carga vocal y una hipnótica guitarra que en ocasiones parece quebrarse.En Monte Sagrado, Robi Draco Rosa produce, programa y toca la batería, además de la guitarra y el teclado. De hecho, la pieza Yo Mismo es su mejor exponente. En ella se conjugan el cantante armonioso, el guitarrista y el director de sintes que con esperanza le cede el turno al escándalo y la provocación en 2nite 2nite, puro rock, le pese a quien le pese.Tu Lado Oscuro es el tema punk rock por excelencia del disco, suena lúdico a la par que sucio, aunque por momentos sintamos que tratándose de Draco toda suciedad nos parece poca. Es blusera. Huele a directo.
En The Thing I Done nos sumergimos en el reggae lento y oscuro. Es una canción que destila espesura y nos muestra a un letrista soberbio y fortalecido tras la contienda. El disco cierra con En Las Horas Más Tristes. Durante ocho minutos su autor dialoga con el dolor, la vida y la gratitud, para cerrar con sobresaliente una producción que a veces nos podría recordar al mítico Vagabundo (reeditado en vinilo este pasado verano) pero en el que predominan la sedición, el desenfreno, la distorsión y las ganas de seguir viviendo.
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