Crítica Dredd

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Aprobado

 ★★★☆☆ 

Sin menospreciar el legado que tiene el personaje en las historietas, es muy difícil hacer una lado lo realizado el la cinta donde Silvester Stallone es el protagonista. Es ese conocimiento de la versión mal habida lo que se cree no le ayudo a tener una recaudación aceptable en la taquilla estadounidense, además de su clasificación para mayores de 18 años le impide tener una mayor audiencia del promedio.

En uno de tantos futuros post-apocalípticos de los que estamos acostumbrados, los remanentes de la humanidad viven en mega ciudades infestadas de crimen. Ante tan grave situación, sólo los Jueces son capaces de mantener en cierta forma el orden al ser auténticas navajas suizas y realizar todo el procedimiento judicial al instante. Dredd (Karl Urban) es un juez que forma parte de un sistema que al verse superado por la problemática recurre a la fuerza extrema sin compasión, creando del personaje una especie de máquina dispensadora de justicia más apropiada para Robocop.

¡Sonríe!

Esta versión no es nada como su antecesora, para empezar mandan al diablo esa ambientación tan estilizada y se comprometen a una visión más realista. Nada de armas de juguete, carros voladores o máquinas futuristas; este es un mundo donde es palpable el hacinamiento, el desempleo y la pobreza. Mucho menos hay lugar para un bufón que se la pasa persiguiendo a Dredd con tal de obtener la sonrisa fácil. Es cruel y sin remordimientos en mostrar los efectos de la ultraviolencia.

Tomando en consideración que la producción no tenía la dicha de derrochar dinero, es entonces que ayuda a comprender las limitantes que tiene el libreto escrito por Alex Garland (28 días después). Después de una breve persecución por las calles, a Dredd le es asignada la Juez Anderson (Olivia Thirlby) para su evaluación durante un intenso día de trabajo. Su primer misión es atender un homicidio múltiple en uno de los megacomplejos habitacionales llamado ‘Peach Tree’ (Árbol de Durazno). Suficiente decir que el universo no esta a su favor y la líder de los criminales los quiere muertos, por lo que cierran herméticamente el edificio para lograr el objetivo.

Si querían ver grandes vistas o efectos visuales de la gran metropoli se tendrán que quedar con las ganas. La falta de presupuesto encapsula toda la acción dentro del enorme complejo tan alto que tiene 200 pisos.  A cambio tenemos escenas bien elaboradas donde Dredd hace uso de su pistola ”Lawgiver” con ingenio, además de repartir varias frases con ironía.

El futuro es desolador, pero al menos esta mejor urbanizado que ciertas ciudades.

Mis respetos para Karl Urban, quien con el poder de su expresiva quijada logra tener más personalidad que actores con el uso completo de su rostro.  Simplemente con escucharlo hablar logra vendernos la idea de que alguien como Dredd pueda existir. Otro actor fácilmente se pudo haber escondido dentro del casco, sin embargo logra tener control de su personaje que nunca se nos olvida de quien es el protagonista.

Lo mejor es que el elenco femenino no entumece la acción, al contrario, es cierta forma logra ser equilibrio a la mentalidad testaruda de Dredd. La Juez Anderson se vuelve como una guía que nos explica los motivos y razones de tanta explosión sin sentido que comúnmente abundan en las películas. Además de tener una fascinante habilidad muy bien desarrollada con algunas escenas visuales que nos recuerdan los porque de la clasificación para mayores de edad.

Por otra parte tenemos a la  líder llamada Ma-Ma (Lena Headey), mostrando una cabeza fría en sus decisiones con tal de lograr su objetivo. Con algunos breves minutos dedicados a esclarecer sus orígenes, en realidad la actriz no tienen mucho trabajo que realizar, al ser uno más de sus personajes de mujer endurecida por las circunstancias y que podemos recordar en sus anteriores trabajos en  ’300′ y hasta la serie de TV de Terminator.

¡Fu&%!

Ante todo la película resulta amena gracias a la dirección de Pete Travis que no cae en la necesidad de crear momentos frenéticos de acción hasta entumecer.  En su debido momento permite a los personajes interactuar con naturalidad, no se deja llevar por la siempre útil bomba de tiempo o algún método de presión y deja que la trama corra su curso. No conforme se recurre al uso de los efectos visuales provocados por una droga sintética que hace que todo se mueva con extrema lentitud y justificando la tecnología del 3D para quienes opten por tal elección.

No se puede negar que el libreto de Alex Garland carece de ambición y aún así no deja de tener una adecuada estructura que permita ser una aceptable propuesta. Con algunas sorpresas en como deben defenderse nuestros héroes de los villanos, además de unos terceros involucrados que sólo demuestran el grado de destrucción que tiene dicha sociedad. Es digno de reconocer el esfuerzo.

Tienes sueño…mucho sueño.

Lo que me cuesta aceptar es la falta de atención a Dredd. Es cierto que la primera versión fue un asco con la trama familiar, ADN, suplantación de personalidades; pero me hubiera gustado un mayor enfoque al personaje y no a su compañera quien llega a tener mayor desarrollo como individuo. Eso no quiere decir que no haya disfrutado los detalles con la Juez Anderson, es simplemente que el título te indica que Dredd es la estrella principal y por lo tanto nuestro objetivo es con él.  Al final nos quedamos con el mismo ser enigmático con el que iniciamos.

En general es una aceptable propuesta que aún con sus limitantes logra satisfacer a su audiencia honrando el legado del cómic y sobre todo borrando la primera mala impresión de lo hecho hace más de una década. Se ve difícil,  más espero que exista una secuela.