Volvemos a Eriador.
Peter Jackson se ha gando ya el cielo dirigiendo la obra maestra de El Señor de los Anillos, que es, sin ningún género de dudas, la obra de referencia de la adaptación cinematográfica de una obra literaria de ficción medieval.
Pero no contento con ello vuelve a dejarnos con la boca abierta con esta primera adaptación de “El Hobbit”, primer libro de J.R.R. Tolkien que transcurre unos 60 años antes de la “Comunidad del Anillo”.
Y no es una tarea sencilla.
Hablamos de un libro de escasas 300 páginas que es más un cuento infantil de aventuras que la novela épica de corte medieval que es El Señor de los Anillos. Pero de nuevo el mago Jackson es capaz de sacarse de la chistera la épica y montar una auténtica película de aventuras sin desmerecer en ningún caso la esencia original del relato.
Sobreadaptación.
Mucha gente se ha venido quejando a lo largo de los años de que el paso del libro a la película se hace a costa de perder en el proceso mucha información. Si la mayoría de adaptaciones se quedan cortas a esta le ocurre todo lo contrario. Al disponer finalmente de la capacidad de rodar una trilogía, el señor Jackson ha tenido la tremenda oportunidad de explayarse a gusto con el Legendarium de Tolkien y explicar con calma cada una de las historias que llevan al pobre Bilbo Bolsón a la aventura de su vida.
Impecable factura.
Es, a todas luces, una estupenda película, con una ambientación digna de sus predecesoras y con el añadido de estar viviendo los hechos que conducirán a Frodo y Sam dentro de unos cuantos años a luchar contra el temible mal de Mordor.
La banda sonora a cargo de Howard Shore es, si cabe, todavía mejor y es obligatorio mencionar la canción “The misty mountains cold” (que hubiera sido preferible no doblar) como una auténtica joya musical.
Pero…
Siempre hay peros y esta primera entrega de la trilogía los tiene.
Protagonismo. El libro nos cuenta la historia de Bilbo Bolsón desde la perspectiva de Bilbo Bolsón, un hobbit de La Comarca al que no le gustan los sobresaltos. Todo el relato tiene como hilo conductor a este joven personaje. Sin embargo en la película se observa muchas veces una desviación hacia el mago Gandalf o hacia el imponente Thorin “escudo de Roble” como conductores de la historia.
Innovación. Ya he dicho que es una auténtica joya a la altura de sus predecesoras, pero a la altura, no las supera. Después de unos cuantos años desde que se estrenara El Retorno del Rey uno esperaba un salto cualitativo que en esta película no se aprecia.
Extensión. Los tolkiendilis estamos realmente extasiados con el nivel de detalle al que llega la película y por el que prevemos que las otras dos nos ofrecerán. No obstante, para alguien que simplemente quiera disfrutar de buen cine, la película por su extensión tiende a perder el ritmo en algunas partes.
Más allá de las frías montañas
En realidad la conclusión es sencilla: es una auténtica delicia para el amante del buen cine y ya no digo nada si eres fan del mundo creado por Tolkien. Obligatoria.
Nota: 9/10