Crítica: El origen del planeta de los simios

Publicado el 12 septiembre 2011 por Monotematicosfm @curnom



Charlton Heston cae de rodillas sobre la arena. Ahora lo comprende todo. “Yo os maldigo a todos. Maldigo las guerras. Os maldigo.” grita el coronel Taylor. La estatua de la libertad está en la playa a medio enterrar. Desde el principio estaba en su planeta natal. Final mítico donde los haya el de la primera entrega de El planeta de los simios. Y cuando nos enfrentamos a este duro shock, lo más seguro es que nos planteemos en algún momento como es que ha podido pasar. Como una raza inferior ha evolucionado dejando atrás a la humana y consiguiendo que esta se reduzca a unos pocos trogloditas. Pues bien, esa es la premisa de El origen del planeta de los simios, despejarnos las dudas en cuanto a esta cuestión.
En la película de Rupert Wyatt, James Franco interpreta a un científico que busca una cura para el alzhéimer que sufre su padre, interpretado por un siempre inspirado John Lithgow. El remedio sobre el que está trabajando produce en los simios un incremento en sus capacidades cerebrales. La primate más aventajada tiene una explosión de ira y acaban acribillándola a balazos, debido a este incidente el proyecto se congela, y deciden terminar los experimentos. Cuando miran en la celda de la simia descubren que ha tenido un retoño. El científico interpretado por Franco lo toma y lo cuida en su casa. El primate no tardará en demostrar que es realmente inteligente, y poco a poco cada vez más.

Lo más característico de este filme es que la historia principal sin lugar a dudas es la del mono protagonista; César, interpretado por Andy Serkis; la historia del científico, y de cómo se enamora de una veterinaria, Freida Pinto, y de cómo cuida a su padre, o su trabajo en el laboratorio, todo esto está supeditado a la historia de César. Hay momentos en los que casi nos sumergimos en un documental de la naturaleza, por supuesto con todo el argumento de ciencia ficción que trae detrás, pero tienen bastante claro que el núcleo de la película está sustentado por completo por el primate.

El director tiene buen tino a la hora de llevar la historia del mono por un lado y de todo lo que conlleva al proyecto científico por otro. No nos deja mucho tiempo a solas con la historia del primate, ya que podría llegar a resultar pesado y aburrido, pero siempre mantiene claro el norte, lo que quieren contar, y sus prioridades.
No obstante, a pesar de todo esto, y de que por lo general tiene buen ritmo, la película llega a hacerse algo pesada y falta de interés. Además el final es algo excesivo, y lo peor es que no llegan a contarte con toda claridad como terminan los monos haciéndose con el poder, así que no terminan de explicarnos como llegamos a la situación que se nos plantea en el film del 68.

No podemos olvidar en un análisis de este filme el gran papel que realiza el ya experto en personajes digitales, Andy Serkis. La expresión que obtiene en César es espectacular, al igual que ya lo fue hace algunos años su Gollum de El señor de los anillos. Consigue un punto exacto entre el primate que no es más que un animal con tendencias infantiles, y el de un mono que empieza a experimentar ciertos sentimientos que son humanos.
El balance final es que no cuenta todo lo deseado, se queda a medias en cuanto al origen, por mucho que la escena final nos sugiera algo, y que por lo general tiene buen ritmo, resulta entretenida a ratos, pero llega un punto en el que empieza a hacerse un poco pesada, repetitiva y carente de interés.