Siempre hay, en cartelera, propuestas más seguras –dramas de época, biopics o comedias taquilleras–. De vez en cuando llega a las salas una película arriesgada y marciana, y esta semana es una de esas veces con 'El tiempo de los monstruos' de Félix Sabroso como abanderada de lo distinto, de la originalidad.¿De qué habla 'El tiempo de los monstruos'? Depende de quien la vea. Para unos hablará del acto de crear, de cómo los que nos dedicamos a esto damos miles de vueltas a nuestras ideas y guiones, y cómo los personajes dentro de esas historias parecen echarnos pulsos al cobrar vida propia. Para otros hablará del ego, así en general. Puede que algunos se vean perdidos y les cueste aclararse al salir de la sala, eso es lo que me pasó a mí. Es curioso cómo los personajes de esta película hablan usando el subtexto en vez de diálogos normales, y es una apuesta tan arriesgada como acertada y, en ocasiones, agotadora. Sin embargo, en ningún momento pude quitarme la sensación de que el texto es mucho, muchísimo más adecuado para una obra de teatro que para una película. Tanto por la propuesta como por la puesta en escena, podría convertirse en una de las grandes obras de teatro españolas. Pese a esto, no deja de ser una buena película que no dejará indiferente.
Félix Sabroso dirige de manera notable una película complicada: era difícil que los actores, debido a la naturaleza de sus personajes, resultasen creíbles y aun así lo consigue gracias a su habilidad y a un reparto más que competente. A Javier Cámara se están una hilarante Candela Peña, una divertida Carmen Machi junto a Secun de la Rosa, y Pilar Castro con su inmenso talento. Mención especial para Jorge Monje, que interpreta al personaje más complicado de la película y sale victorioso.
'El tiempo de los monstruos' es altamente recomendable, aunque no está hecha para todos los públicos debido a su arriesgada apuesta.