Crítica Furia de Titanes 2

Publicado el 03 abril 2012 por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Semidioses, complicaciones y explosiones

  ★★☆☆☆ 

Recuerdan aquella película donde un montón de extraterrestres hacen un escándalo por invadir la ciudad de Los Ángeles. Pues alguien se le ocurrió que sería una buena idea que el director de aquella estimada obra sea el responsable de la secuela de Furia de Titanes. Siguiendo la fabulosa escuela de Michael Bay que dicta dentro de sus preceptos: ‘No te rompas la cabeza creando personajes, ni imaginando nuevas posibilidades, simplemente aumenta el coeficiente de explosiones y tendrás el éxito asegurado’. Es como el director Jonathan Liebesman ha creado la versión de Transformers para la mitología griega.

No soy fanático de la primera parte porque los efectos visuales no me convencieron y todo el drama mitológico era más relleno que cualquier intento por desarrollar los personajes. Pero eso no a de detener a quienes consideran adecuada una primera parte, aunque sea sólo para entretener, ahora tendrán que conformarse con una versión que grita de desesperación para llamar la atención.

De nuevo los dioses del Olimpo están en problemas porque ‘Cronos’ pronto será liberado de su prisión. El gran Zeus (Liam Neeson)  hasta le pide ayuda a Perseo (Sam Worthington), olvidando los detalles de como un semidios puede asistir en estos tiempos de catástrofe. Pronto un monstruo ataca la aldea y es cuando el hijo decide ir al templo de los dioses para pedir explicaciones. Por fortuna llega Poseidón (Danny Huston) para explicarnos sobre la rebelión de Hades (Ralph Fiennes) y Aries (Edgar Ramirez), quienes tienes secuestrado a Zeus. Es así que comienza una misión de rescate para salvar a su padre y al mundo (ya se me olvidaba lo último).

De nuevo tenemos a Sam Worthington a la cabeza, más desempolvado que de costumbre, al menos ya no tan tieso como en la primera parte. Todavía es capaz de hacer poses que requieren las escenas de acción, girar una buena cantidad de veces y convencer con una espada, es cuando llegamos al drama que quisiera tener la capacidad de los búhos para girar mi cabeza 270 grados. Esta vez hasta le adjudican un hijo que será muy útil en la batalla final para el requisito manipulador por parte de los villanos, sigue siendo acosado por el padre todopoderoso en el departamento de rayos y hasta existen posibilidades amorosas con Andrómeda (Rosamund Pike) . Nada de eso importa porque no existe el menor cuidado por parte del director para hacernos creer en tales dilemas, es todo tan estéril, que es mejor esperar a la siguiente batalla (¿a muerte?) para sentir algo de emoción.

Al menos los actores veteranos tienen más tiempo en pantalla, demostrando algo de su talento escupiéndose diálogos de redención. Luego tenemos esa escena final, con los dos hermanos estirando los músculos en el campo de batalla, muy digna de llenar las expectativas del público adolescente.  Y es precisamente de lo que se trata, satisfacer a la audiencia objetivo, que espera saciar su necesidad de diversión con exageradas escenas que retan la realidad.

El desenlace es tan monstruoso como Cronos resurgiendo de su letárgico sueño. Más ruido, explosiones y movimientos de cámara contenidos en tan breves minutos, que resulta ser un fastidio. Le aseguro que el dichoso ejercito de Andrómeda estaba sepultado bajo capaz de tierra con semejante explosión de un volcán, para salir gritando después como si nada hubiera ocurrido. Ni el monstruo de dos cuerpos girando como trompo, logra salvar los inútiles efectos visuales que pierden importancia cuando no hay nadie humano por el cual emocionarse. ¿Y que tal la escena de Perseo con Hades? Creo que se le olvida el detalle de quien mato a sus padres adoptivos.

Decir que esta película es mejor que la anterior es irrelevante. Es una amplificación de todo los errores cometidos a niveles apocalípticos y si eso fue suficiente, entonces ahora estarán con estómagos llenos hasta hacerlos explotar.

Trailer Furia de Titanes 2