Revista Cine

Crítica: Goodnight Mommy (2014), Dir. Severin Fiala y Veronika Franz

Publicado el 27 abril 2016 por Proyectorf @Proyectorfant

Título original: Ich seh ich seh Origen: Austria Año: 2014 Duración: 99 min Director: Severin Fiala y Veronika Franz Guión: Severin Fiala y Veronika Franz Elenco: Lukas Schwarz, Elias Schwarz y Susanne Wuest Distribuidora: Lat-e Cine Estreno en Argentina: 28 de abril de 2016

Estrenada oficialmente en Agosto de 2014 en el Festival de Venecia, Goodnight Mommy ( Ich seh ich seh) relata la historia de unos hermanos (Lukas y Elias Schwarz) que se mudan a nueva casa en el campo junto a su madre (Susanne Wuest), la cual al volver de una cirugía estética no es reconocida por sus hijos. Es el primer largometraje de la dupla austríaca, ya que habían trabajado anteriormente en el documental sobre el actor homónimo, Kern (2012) y en el corto Elephant Skin ( Elefantenhaut, 2009).

Goodnight Mommy se presenta en esa nueva oleada de películas de terror que sólo pueden encerrarse en dicho género a partir de la temática general que tocan, pero que pivotea entre diversos sub-géneros como el suspenso, el drama, lo sobrenatural y el thriller psicológico. Desde el comienzo, la propuesta de Fiala y Franz (sobre guión de ambos) muestra elementos que colaboran con el desarrollo de lo descripto anteriormente. Colores pálidos (transmisión de una cierta quietud depresiva), una casa en el medio del campo (la vastedad y la incapacidad de pedir ayuda), unos gemelos con un pasado particular y el agregado de la situación de la madre que sirve como disparador principal. Sin embargo, esto último es solo un puente para la resolución de una problemática familiar cuyos detalles no daremos aquí, aunque vale aclarar que son de fácil deducción. Lo que comienza como un drama familiar de traumas sin resolver, va mutando al horror sobrenatural para terminar con el terror psicológico del final.

Crítica: Goodnight Mommy (2014), Dir. Severin Fiala y Veronika Franz

Fiala y Franz desarrollan Goodnight Mommy con un ritmo que se toma el tiempo para construir climas y situaciones dando la sensación de que la verdad sospechada explotará en cualquier momento. Cuenta con elementos similares de otra contemporánea destacable como The Babadook (Jennifer Kent, 2014) que elogian ampliamente el tratamiento de las tragedias personales como base del terror psicológico. Aquí no hay sustos baratos ni giros arbitrarios del mainstream de terror hollywoodense, aquí hay paciencia y respeto por la narración. El dúo de cineastas austríacos logra un drama gris de tragedias irresolutas cuya superficie promete una cosa que su desarrollo no solo desmiente, sino que profundiza y es en ese viaje que Goodnight Mommy logra su cometido: no dejar de mirarla.



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