[Crítica] ‘Grand Piano’: toca o muere
Patricia Esteban 25 octubre, 2013 0
Grand Piano se estrena en España después de su pase por el Fantastic Fest de Austin y el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya donde fue la película inaugural del certamen. Su protagonista, Elijah Wood (El buen hijo, El señor de los anillos,…), acudió a presentar la cinta a Sitges en su segunda visita al festival tras haber pasado el año anterior con el filme Maniac (Franck Khalfoun). En su actual papel, Wood ha estado dirigido por el español Eugenio Mira (Agnosia, The Birthday), después de haber rodado ya con varios directores españoles (Álex de la Iglesia en Los crímenes de Oxford y Nacho Vigalondo en la aún no estrenada Open Windows) y producida por Adrián Guerra y Rodrigo Cortés (Buried).
El equipo de Grand Piano en el 46 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya
En Gran Piano, secundado por John Cusack (El mayordomo, El enigma del cuervo) y Kerry Bishé (Argo), Wood interpreta a Tom Selznick, un afamado pianista que lleva cinco años retirado voluntariamente de los escenarios y que se ve obligado a volver a tocar. Además de al pánico escénico, el personaje se tendrá que enfrentar a una amenaza de muerte que le llega escrita en la partitura; si se equivoca en una sola nota, morirá. Tom se ve impelido así a no equivocarse en el concierto y, al mismo tiempo y sin abandonar el escenario, intentar descubrir los motivos del francotirador anónimo para amenazarle y convertirle en rehén sin que los espectadores del concierto (entre los que se encuentra su mujer) sepan absolutamente nada.
Eugenio Mira firma así un thriller que bebe tanto del suspense de Alfred Hitchcock (sobre todo del final de El hombre que sabía demasiado) como de (en consecuencia) Brian de Palma e incluso de los terrores psicológicos que tan bien plasma formalmente el director Roman Polanski. Atrapado en el escenario cual protagonista de Buried en un ataúd (por algo será que Rodrigo Cortés se interesó en producir el guión del norteamericano Damien Chazelle y se lo ofreció a Mira para que la dirigiera), el filme mantiene la atención del espectador sobre las acciones del protagonista en los 90 minutos de metraje, sacando partido de todo lo que tiene a mano (piano, móviles, partituras, etc). Sin olvidarnos de la voz que amenaza a Wood durante todo el filme y que es la de John Cusack (Cómo ser John Malkovich, Alta Fidelidad), y que redondea así un reparto internacional para una producción española rodada entre Barcelona y Chicago. Y, por supuesto, remarcar el papel de la música clásica diegética que acompaña al filme y que tan bien ha sabido integrar en el ritmo narrativo el director (y también músico) Eugenio Mira. En definitiva, ¡un concierto para no perdérselo!
[pinit]