Crítica: Guardianes de la Galaxia vol.2 “La aventura espacial de humor terrenal”

Publicado el 25 mayo 2017 por Carloscubiles

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Puede resultar irónico que una película realizada por y para hacer taquilla, siguiendo las fórmulas establecidas y recurriendo al cada vez menos nerd mundo de los cómics sorprenda a un telespectador, pero la nueva cinta de este dispar grupo de anti-héroes espaciales lo consigue casi desde su primer minuto de metraje -y sigue así hasta, por supuesto, las escenas post-créditos ya clásicas de la factoría Marvel y que en este caso llegan a ser hasta cinco-. James Gunn vuelve a ponerse tras la cámara para esta segunda parte de las aventuras de Star Lord, Gamora, Drax, Rocket y Groot, que siguen siendo interpretados por el emergente Chris Pratt, la ya experta en la ciencia ficción Zoe Saldaña –actriz de Avatar o la nueva saga de Star Trek-, el famoso ex-luchador de pressing catch Dave Bautista, y prestando su voz y facciones para el Live-Action, Bradley Cooper y Vin Diesel, respectivamente. Repiten también Michael Rooker como Yondu y Karen Gillan como Nébula, y se suman Pom Klementieff como Mantis y de forma destacada Kurt Russell como Ego.

Hasta aquí las presentaciones, pero ¿qué nos ofrece esta nueva aventura de “Guardianes de la Galaxia”? Pues para empezar, y casi sin descanso: acción. Si buscas persecuciones en naves espaciales, dosis extras de rayos, disparos y explosiones, la nueva entrega de Star Lord y compañía cumplirá tus expectativas. Si buscas el humor particular que tuvo la primera entrega y que se mantiene en esta, muy apoyado en el desparpajo que insufla a su personaje Chris Pratt y en lo cómico de los movimientos y personalidad del bebé Groot, tampoco te decepcionarán sus momentos estridentes y divertidos. Y, por encima de todo, algo en lo que este film cumple lo que promete es en resolver muchos misterios sobre la historia personal de Star Lord, su origen, su ascendencia y su objetivo vital. Realmente en este sentido cabe felicitar al equipo de guionistas capitaneado por Gunn, porque ofrece una historia compacta, bien estructurada, que sorprende pero resulta coherente, y eso no es algo que tienda a verse en el cine comercial actual. Es más, me atrevería a decir que los minutos de metraje en los que no hay disparos, persecuciones, explosiones o lucha, se dedican casi por completo a ofrecer al espectador una explicación coherente de la situación de Star Lord, Yondu y otros personajes.

Siguiendo con este guion tan bien estructurado, la evolución y la profundidad que adquieren personajes muy secundarios –incluso podría decirse que terciarios- de la primera entrega de la saga es motivo de felicitación al director. Ya se sabe que todo buen villano tiene una historia personal, un “raison d’être” o razón de ser, que lo saque de una actitud plana, de ser malo por ser malo. No, hay que buscar más allá, qué le hizo ser así, qué le motiva y le mueve. Pues bien, el magnífico guion de James Gunn no sólo hace esto con los villanos, si no con los héroes del film. Así, se profundiza en la historia y personalidad de Rocket, Yondu, Nébula y, por supuesto, Ego, personaje de importancia vital en esta entrega.

Es importante destacar que la película, a pesar de haberse rodado delante de un croma casi por completo, tiene otros alicientes más ocultos que merecen ser señalados, que la hacen destacar del cine taquillero. La cinta ofrece novedad, frescura, y a la vez respeto por los origines de los personajes. Ofrece acción a raudales, para que no puedas quitar la mirada de la pantalla ni un instante, aunque también ofrece una seriedad en la construcción de los personajes que cala en el espectador, no acostumbrado a ese cuidado de la historia en un producto meramente comercial. Y, por supuesto, ofrece ese tono de humor marveliano que, aunque ya sea una marca de la casa, sigue sorprendiendo, y quizás en esta pandilla espacial más que en otras cintas basadas en cómics.

Una cinta llena de efectos especiales pero que ofrece un toque de buena narrativa clásica. Una sorpresa agradable en una galaxia cada vez más repetitiva. Chapó Gunn, chapó.