Resulta extraño encontrar a Marc Forster a los mandos de esta superproducción. Los que hemos disfrutado de "Descubriendo nunca jamás" ó "Monster´s ball", nos sorprende encontrarle ahora rodeado de invasiones zombies. Por suerte, y como sería de esperar de todo buen director que se precie, salva adecuadamente el envite, demostrando una vez más su polivalencia.
Espectáculo de puro entretenimiento cuya mayor baza la encontramos en el intérprete. Brad Pitt aporta un plus de interés a la trama. Es de los pocos actores cuyo nombre en los títulos de crédito son suficiente motivo para pagar la entrada del cine. Su labor es convincente y destacable.
No reinventa el género ni lo pretende, pero sabe utilizar los tópicos del género. No es pretenciosa, no manda mensajes vitales ni pretende dar ninguna lección. Como dijo Brad Pitt, ésta es una película para divertir y desconectar. Si ése era su objetivo, está más que cumplido.