Ron Howard, el director, realiza la película de manera efectiva pero sin alma. La planificación es a veces torpe, y combinado con un montaje un poco espídico, el resultado es a ratos un batiburrillo confuso de imágenes con poco sentido. La dirección de actores es correcta, aunque el notable elenco se vea desaprovechado en papeles tan unidimensionales. Felicity Jones y Omar Sharif Sy ponen todo su talento a disposición de Ron Howard, aunque no es suficiente. Pero si hay alguien que parece estar de paso, es Tom Hanks. Se esfuerza por dar credibilidad a un Robert Langdon amnésico y desorientado, pero no termina de conseguirlo. Se ve que tiene ganas de dejar al personaje atrás, olvidarse del profesor Langdon y seguir con sus cosas. Y no le culpamos, ya que con sólo tres entregas el chicle de Dan Brown está demasiado estirado para lo que es. La música del todopoderoso Hans Zimmer no es, ni remotamente, su mejor trabajo y transmite la misma sensación que Tom Hanks. Una pena, y más sabiendo de todo lo que es capaz el compositor alemán. La parte de los efectos especiales es de lo que más canta: no sé si han sido prisas por sacar la película, falta de dinero –lo dudo–, o un becario recién salido de la universidad, pero en ciertos momentos los efectos por ordenador son dignos de una película de serie B y no de una superproducción de presupuesto millonario. 'Inferno' sigue la estela de sus predecesoras, pero sin ser novedosa. Y esto, quizá, sea el peor virus que podía contraer un supuesto thriller: perder la capacidad de sorprender al espectador y conseguir que se aburra.
Ron Howard, el director, realiza la película de manera efectiva pero sin alma. La planificación es a veces torpe, y combinado con un montaje un poco espídico, el resultado es a ratos un batiburrillo confuso de imágenes con poco sentido. La dirección de actores es correcta, aunque el notable elenco se vea desaprovechado en papeles tan unidimensionales. Felicity Jones y Omar Sharif Sy ponen todo su talento a disposición de Ron Howard, aunque no es suficiente. Pero si hay alguien que parece estar de paso, es Tom Hanks. Se esfuerza por dar credibilidad a un Robert Langdon amnésico y desorientado, pero no termina de conseguirlo. Se ve que tiene ganas de dejar al personaje atrás, olvidarse del profesor Langdon y seguir con sus cosas. Y no le culpamos, ya que con sólo tres entregas el chicle de Dan Brown está demasiado estirado para lo que es. La música del todopoderoso Hans Zimmer no es, ni remotamente, su mejor trabajo y transmite la misma sensación que Tom Hanks. Una pena, y más sabiendo de todo lo que es capaz el compositor alemán. La parte de los efectos especiales es de lo que más canta: no sé si han sido prisas por sacar la película, falta de dinero –lo dudo–, o un becario recién salido de la universidad, pero en ciertos momentos los efectos por ordenador son dignos de una película de serie B y no de una superproducción de presupuesto millonario. 'Inferno' sigue la estela de sus predecesoras, pero sin ser novedosa. Y esto, quizá, sea el peor virus que podía contraer un supuesto thriller: perder la capacidad de sorprender al espectador y conseguir que se aburra.