Primero quiero dejar claro que quien escribe le ha gustado “Interstellar”. Matthew McConaughey y Anne Hathaway están impresionantes, la música es extraordinaria (será nominada al Oscar seguro), el montaje es muy bueno (otra nominación cantada), la fotografía chapó (otra nominación), los efectos especiales excelentes (otra nominación), el sonido increíble (ya llevamos cinco o seis nominaciones), y hay muchas escenas de la películas que se quedan grabadas en la memoria del espectador.
Ahora, dicho esto, quien escribe hará de abogado del diablo. Hay dos aspectos del film que, en cierta manera, impiden que éste llegue a ser la obra maestra que podía haber sido: el guión y la dirección. Y antes de seguir se advierte que en esta crítica hay spoilers, así que quien quiera ver la película que se detenga y espere a verla para poder leer esta crítica. Si por el contrario quien lee ya ha visto la película o no tiene interés en verla puede seguir leyendo.
“Interstellar” tiene un muy buen arranque, llama la atención desde el primer momento, en los primeros minutos el espectador ya se deja atrapar por la historia del film como si ésta fuera un agujero negro. ¿Cómo consigue eso Chris Nolan? Con un truco muy efectivo que consiste en presentar una contextualización de la historia explicada con detalles y hechos mostrados superficialmente. Nolan presenta el contexto pero no lo explica, lo muestra para que sea el espectador quien vaya suponiendo cómo funciona el futuro distópico que se ve en el film, que sea el espectador quien complete la contextualización. “Interstellar” juega a eso, y hay varios ejemplos que se pueden observar, como la hija del protagonista que se preocupa de un drone como si se tratara de una persona. Por ahí se mueve la cosa la primera hora del film, y está muy bien.
Pero Chris Nolan ha sido muy tramposo. ¿Qué nos ofrece el señor Nolan con “Interstellar”? Lo que Nolan nos cuenta en “Interstellar” Michael Bay ya nos lo contó hace 16 años con “Armageddon”. “Interstellar” es mucho mejor y está mejor filmada, pero no es nada nuevo. Cuando la humanidad está al borde la extinción un padre va al espacio para salvar a su hija. Ya se he visto, no es como “Inception”, Nolan no nos cuenta nada nuevo.
“Interstellar” es una abrumadora mezcla entre “2.001: Una odisea del espacio” y “Solaris”, incluso recoge algunos aspectos de la serie anime “Planetes”, pero principalmente chupa de Kubrick y Tarkovsky. Inevitablemente se compara “Interstellar” con “Solaris”, y cuando ocurre eso “Interstellar” sale perdiendo. A ver, que no pasa nada, no está prohibido tener como referencia otras películas, o incluso cogerlas y mezclarlas, no está prohibido. Pero eso se espera de unos estudiantes de cine o de unos jóvenes entusiastas que empiezan a rodar su primera o segunda película.
Cuando uno va al cine a ver una película de Nolan tiene la expectativa de ir a ver una película de Nolan, no a ver algo que ya ha visto. ¿A nosotros qué nos cuenta el señor Nolan? ¿Para qué nos hace una mezcla de “Solaris” y “2.001”? Quien escribe ya las ha visto. A un joven y entusiasta director que empieza en el cine no se le haría esta pregunta, esto se le perdonaría, pero Nolan ya tiene experiencia, ya ha dirigido nueves películas, cinco de las cuales con presupuesto superior a los cien millones de dólares.
A ver, quien escribe no dice que grandes directores no puedan inspirarse en las obras maestras del cine para realizar sus propuestas, pero una cosa es hacer eso, y otra cosa es coger “2.001” y “Solaris”, mezclarlas en una coctelera, y ofrecer el resultado que salga. Incluso se calca descaradamente algunas escenas. Nolan tiene el suficiente talento como para ofrecer algo propiamente suyo. Es cierto que hizo las películas de Batman, pero las películas de Batman que hizo Nolan no tienen nada que ver con lo que se hiciera sobre Batman antes. La mayoría de las películas de Nolan, como “Memento”, “Inception”, o “The dark knight”, son películas con las que nadie antes había visto nada semejante. Nolan es capaz de hacer algo nuevo, algo propio, algo suyo, y con “Interstellar” no lo hace.
La historia, además, no llega a estar contada de la mejor manera de la que es capaz. 165 millones de dólares dan para muchos efectos especiales muy buenos que aportan mucho a la película para el desarrollo de la historia, pero si una historia no se es capaz de contar sin efectos digitales generados por ordenador entonces no es una historia tan buena como se pretende vender. Por lo que quien escribe ha visto Nolan no transmite que sea capaz de contar lo que cuenta de “Interstellar” sin el uso de efectos digitales generados por ordenador. Tarkovsky sí lo hizo. “Solaris” es buenísima, es magistral, porque a pesar de ser una historia de ciencia-ficción no necesita de efectos digitales para ser contada, se hace hincapié en la historia y en los personajes, que es lo mejor y más importante de ese film.
Eso es lo que falla en “Interstellar”. Será por el guión o por la dirección, quizá ambas cosas, no está tan bien contada. No es que el tema científico que explica el film no esté bien mostrado, porque lo está, pero es que es lo que menos importaba en la película. Lo importante en “Interstellar” son la historia y los personajes, su relación y sus sentimientos entre ellos. En la primera hora eso está explicado y mostrado de forma genial, increíble, impresionante. Pero luego la película falla en éste aspecto, que es lo más importante.
Quin escribe encuentra que a la película le falta una o dos horas más de metraje, pues muchos de los personajes secundarios, como los de Wes Bentley, Matt Damon, Casey Affleck o Toper Grace (éste un último un evidente error de casting), por poner algunos ejemplos, necesitan de mucho más desarrollo. Sin ese desarrollo el espectador no siente tanta emoción hacia esos personajes como sí lo siente, por ejemplo, hacia los personajes de Matthew McConaughey o Jessica Chastain.
Además, los actores secundarios están más bien sosos. Matt Damon, Wes Bentley y Casey Affleck son buenísimos actores, actores muy buenos, pero en “Interstellar” ofrecen unas actuaciones que, pese a que no están mal, que no lo están, no están tan bien como otras maravillosas interpretaciones que nos ofrecieron. Y eso es un fallo de la dirección, pues Nolan estaba más concentrado en mostrar un despliegue visual al servicio de una entretenida clase de astrofísica que en mostrar una historia extraordinaria con personajes maravillosamente construidos.
Con todo esto quien escribe no se atreve a decir que “Interstellar” no esté bien. Está muy bien, y quien escribe le ha gustado mucho. Pero por todo lo que se ha argumentado antes no es la obra maestra que han querido vender.
Mi calificación es: