Una historia repetitiva, que disfruté mucho. Te pone a pensar de tantas maneras y en tantas cosas de una manera tan de pinga. Y aunque es el niño problemático de siempre, el viejo que desde el principio de la película sabes que algo lo atormenta y que no va a terminar bien. La familia que se va a quebrar para después intentar reconstruirse. A pesar de todas estas cosas que ya hemos visto y veremos en tantas películas, ésta en especial tiene algo, no sabría decir que; si es el desarrollarse en un “ancianato”, la fuerza física y psicológica de la madre del niño; lo irritante y amargado o lo fiel y buen amigo del anciano. Que hace que la disfrutemos sólo un poco más (Tal vez simplemente los trucos de magia, o las historias de fantasmas).
La historia básicamente es un niño que vive con sus padres en una casa para ancianos, su antiguo cuarto actualmente lo usan para hospedar viejitos. Él está interesado en todo lo que tenga que ver con fantasmas, muertos y cosas misteriosas. Llega un anciano amargado a la casa, se hace amigo del niño, y viceversa y comienza una bonita relación el que el niño terminara aprendiendo a vivir feliz con lo que tiene (además de magia), y el viejo tendrá un final más agradable, una muerte más humana. Ambos personajes, a pesar de la clara diferencia de edad, aprenderán uno del otro y llegaran a ser grandes amigos.
La magnífica actuación de Michael Caine, simplemente te puede llegar a dejar sin aliento. Es él un viejo que se arrepiente de su pasado, y por eso está muriendo amargado. Todas las expresiones, maneras de llorar, gritar, reír, todo es tan real que sólo un actor de la talla de Caine puede ser capaz de realizar. Particularmente me gusto mucho y sin él no creo que el film hubiera sido lo mismo. Grande.
El infante de la película (Bill Milner) está bien, aunque siempre esta opacado por Caine nunca llega a ser invisible. Muy bien. Resto del elenco nada resaltante, tal vez la madre del niño es la mejor después de los dos protagónicos.
Un guión que te pone a pensar sobre la vida pero sobre la muerte más que todo. Los extremos están bastante bien definidos, el principio de la vida en el niño y el final en el viejo. Una dirección excelente, discreta pero presente; sin exagerar situaciones. Una pieza musical muy agradable y acorde a lo que pasa en la película.
La relación niño-viejo le puede parecer a muchos falsa, y más tratándose de un no familiar. Sin embargo llega a ser tan humana que a mí en ningún momento se me ocurrió cuestionarla (la persona con la que la vi, si). Estoy seguro que a nadie le llegara de la misma manera, una película de reflexión.
Mi puntuación 7/10