Sudor, suciedad y sangre.
En Killer Joe no hay lugar para relajarse, de momento que comienza uno se queda inmerso en mentiras, trucos y dinero manchado de sangre. Todo el crédito es para el veterano William Friedkin que crea un ambiente peligroso éticamente incorrecto, con algunas de las personas más estúpidas y más viles que no se ven a menudo en una película.
William Friedkin es probablemente uno de los grandes directores del cine. Todo el mundo ha visto al menos una de sus películas; The Exorcist , The French Connection , To Live and Die in L.A , sólo para nombrar algunas. El sujeto sabe cómo llevar a una audiencia en un viaje emocionante y Killer Joe no es una excepción.
La película trata de una familia que vive en un remolque en las afueras de Dallas, Texas. La familia Smith es pobre y es liderada por un torpe sujeto llamado Ansel junto a su esposa Sharla. A ellos los acompaña la extraña hija extramarital de Ansel, Dottie.
Una noche, Chris ( Emile Hirsch) llega a casa para hablar con su padre Ansel (Thomas Haden Church) sobre un asunto ruin. Cuando toca la puerta le atiende la nueva mujer de él, Sharla (Gina Gershon), una persona que aparece totalmente desnuda sin algún rastro de pudor. Ella básicamente se ríe cuando Chris se queja de su falta de vergüenza. Su padre naturalmente tampoco parece tener problemas con la situación. Desde ese momento Friedkin intenta transmitir que estas personas parecen tener una brújula moral dañada.
Chris y Ansel van a un club de striptease para hablar de la difícil situación que se encuentra. Chris le debe dinero a un narcotraficante local. Si no paga pronto lo matarán. Un pajarito le dice a Chris que su madre (no Sharla) tiene una póliza de seguro de vida de 50.000 dólares si algo llegara a pasarle a ella. Chris también le cuenta sobra contratar a un policía corrupto que asesina personas por encargue , si el precio es correcto. Este asesino es interpretado por McConaughey.
No caeré en revelar el resto de la película, Friedkin construye muchas situaciones totalmente excepcionales y muy extravagantes. Como he mencionado antes, no se vaya a buscar un centro moral en esta película. No existe. No hay un carácter redentor en lo que se presencia. Friedkin se baña en el polvo y la suciedad que estas personas viven en el día a día. Tanto Temple y Gershon son muy valientes por aceptar papeles como estos, por sus exigencias.
Aun así no se equivoquen sobre Killer Joe, la película no es plenamente seria. De hecho, la película es brutalmente divertida por momentos. Sobre todo los últimos 15 minutos de la película que contará con algunas personas animando la audacia de Friedkin en la que muestra a un McConaughey descontrolado. Los diálogos finales de la película le harán reír con incredulidad y probablemente nunca miraran el pollo frito de la misma manera.
Como conclusión, Killer Joe es tan grande como sucia, brindas experiencias únicas.
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