La factoría Laika, responsable de "Los mundos de Coraline" ó "Los boxtrolls", posiblemente haya completado su mejor proyecto. Este cuento, que mezcla acertadamente fantasía y tradición oriental, nos presenta a Kubo, un joven que cuenta con una guitarra mágica con la que hace disfrutar a sus vecinos y paisanos. Su madre apenas sale de un encierro tanto físico como mental, producto de un acontecimiento ocurrido muchos años atrás. De repente, ese pasado aterrador regresa para capturar a Kubo y éste tendrá que buscar la mítica armadura de su padre para vencer el mal que les acecha.
Lo primero que sorprende es la gran fuerza visual del film. Se nota un trabajo técnico detrás de muchos quilates. Cada escena es un auténtico regalo para los sentidos lleno de colores vivos y de escenarios apasionantes. Rápidamente dirigimos nuestra atención a Kubo, un chico divertido que atesora un gran corazón. Mientras narra una bella historia dando vida a pequeñas hojas de papel, el espectador siente que está viviendo algo especial.
Es posible que su público sea algo más adulto al habitual de estas cintas, pero es cierto que este género ha traspasado los límites de la edad. Niños y mayores disfrutan con lo que antiguamente se llamaba "dibujos animados" y ahora ha madurado hasta catalogarse como "animación". "Kubo y las dos cuerdas mágicas" está especialmente dirigida a los que ya no son tan jóvenes pero siguen soñando cuentos e historias.
Gracias a Sensacine por invitarnos a tan mágico preestreno.
José Daniel Díaz