Crítica: La bicicleta verde (2013) Dir. Haifaa Al Mansour

Publicado el 10 mayo 2014 por Proyectorf @Proyectorfant

FICHA TÉCNICA DE LA PELÍCULA

Título original: Wajda

Dirección: Haifaa Al Mansour

Reparto: Waad Mohammed, Reem Abdullah, Abdullrahman Al Gohani

Año: 2013

Duración: 98 minutos

Origen: Alemania, Arabia Saudita

Género: Drama

Estreno en Buenos Aires: 15/05/2014

La bicicleta verde se trata de la primera película realizada por una mujer en Arabia Saudita, un país donde las salas de cine estuvieron prohibidas hasta 2005. Con una historia tan sencilla como contundente -Wajda, una chica de diez años que sueña con tener su propia bicicleta, aunque la sociedad no le permita a las mujeres conducir una- el guión logra convencer y entretener, manteniéndose a buena distancia de los clichés.

Algo para celebrar es que la cámara muestra y cuenta más de lo que juzga. Lejos de los lugares comunes en Occidente acerca de la violencia de género, la película logra hacer sentir la opresión masculina casi sin mostrar hombre alguno.La directora no necesita espectacularizar el sufrimiento para hacerlo real. No hay gritos, maltrato ni golpes; la desigualdad entre hombres y mujeres está lo suficientemente instalada como para que no sean necesarios. Es que no es una historia tanto sobre la sumisión de la mujer como de las brechas que existen para los gestos de valentía, sobre la posibilidad de cambio, aunque más no sea en la propia conciencia.

Tampoco es una historia de miserias ni golpes bajos. Ambientada en los suburbios de Riyad, nos muestra un hogar de clase media, shoppings, TV satelital, jugueterías, escuela y camionetas 4×4. Pero si bien nos presenta a un “otro” que sorprende por lo cercano, también se encarga de marcar la atmósfera de control obsesivo al que las mujeres se ven sometidas a diario. Pintarse las uñas de los pies, leer revistas, poseer cosméticos e incluso tomarse de la mano son actos prohibidos en la escuela de Wajda, y severamente castigados por la directora. Las transgresiones de las adolescentes, como verse con el novio a la salida del colegio o subir a su auto sin certificado de autorización, son mucho más graves y pasan a ser asunto de la policía religiosa. Es que la Sharia, la ley tradicional islámica, se aplica con rigidez. No hay sindicatos ni gremios, el Estado no es laico, gobierna una monarquía y existe la pena de muerte por adulterio.

La madre de Wajda es una mujer que puede elegir entre más de un puesto laboral, pero debe enfrentarse a un obstáculo extraño para nosotros: conseguir un chofer que la lleve y la traiga del trabajo, porque es el único país del mundo en que está prohibido que las mujeres manejen. Es en un entorno tan áspero donde todo gesto de los personajes cobra una dimensión particular, grande. Porque si bien los pequeños gestos pueden acarrear castigos desproporcionados, también pueden ser vehículos de grandeza y rebeldía. Con espacio para el humor, la complicidad y la ternura, “La bicicleta verde” es una película sobre el coraje, la fuerza y las ganas de cumplir los sueños a contramano de todo.

Por Pilar Martínez