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Ficha técnica | Título original: Crimson Peak. Director: Guillermo del Toro. Guión: Mia Wasikowska, Jessica Chastain, Tom Hiddleston, Charlie Hunnam, Doug Jones,Javier Botet. Género: Thriller, Terror. Duración: 119 minutos. Año: 2015. País: EE.UU.. Fotografía: Dan Laustsen. Música: Fernando Velázquez. Productora: Legendary Pictures, Universal Pictures. Distribuidora: Universal Pictures España.
Guillermo del Toro es un director especializado en el género fantástico con propuestas más o menos interesantes y prestigiosas, aunque su prestigio se cimiente en su ya lejano primer film “Cronos” y sobre todo en la laureada “El laberinto del fauno” del que ya ha llovido bastante desde que se hiciera. Ahora nos llega con “La cumbre escarlata”, tirando del prestigio logrado por esta última cinta. ¿Está “La cumbre escarlata” a la altura del film protagonizado por Maribel Verdú?
Edith Cushing (Mia Wasikowska) es incapaz de elegir entre el amor de Alan McMichael (Charlie Hunnam), su amigo de la infancia y la tentación que representa Thomas Sharp (Tom Hiddleston), un misterioso desconocido. Como consecuencia de una tragedia familiar, y en un intento por escapar de los fantasmas del pasado, Edith contrae matrimonio con Thomas y se muda a la mansión que este comparte en Inglaterra con su hermana Lucille (Jessica Chastain), pero en esa casa opresiva que respira y sangra, ya que se encuentra sobre una mina de arcilla, Edith descubre que allí han ocurrido cosas terribles.
En todo su cine y especialmente en sus películas “pequeñas” (“Cronos”, “El espinazo del diablo” y “El laberinto del fauno”) Del Toro deja clara su raíz mejicana, esa en la que muertos y vivos, espíritus, seres fantásticos, monstruos y seres tangibles conviven en un mismo espacio, sin que por ello resulte traumático, por ello sus historias de fantasmas o seres míticos no dan miedo. De hecho son los ambientes opresivos en los que los humanos viven y sus acciones los que son terroríficos en el cine del director de “Mimic”. Quizá por eso mismo sería un director perfecto para una versión de “Frankenstein”. O quizá no, porque sus películas “pequeñas” son historias latinas, alejadas del relato gótico/romántico británico de Mary Wollstonencraft Shelley. Es por eso que sorprende que el director se embarque en un proyecto en principio tan cercano a su obra, pero en realidad, tan ajeno. Para ello ha tirado de lo que sabe que funciona y lo que en el fondo le fascina: Hitchcock. El mago del suspense supo rodar como nadie ese ambiente romántico de las grandes casas señoriales británicas en los años 40 y así vemos en “La cumbre escarlata” referencias indisimuladas de “Rebeca”, “Sospecha” y “Encadenados”, así como de otros films que de la época como “Cumbres borrascosas” o “La heredera”.
Termino ya con la labor del director señalando la incongruencia final de guión cuando hay una lucha digna de “Arma letal” o “La jungla de cristal”, pero que tal y como están los tiempos es necesaria para vender este producto de presupuesto controlado, pero no barato.
Recapitulando. “La cumbre escarlata” no es una película redonda en absoluto y no llegará a estar en el Olimpo en que se encuentra “El laberinto del fauno” (muchos empiezan a sospechar que se trató de un accidente afortunado en la carrera de Del Toro), pero son muchos sus aciertos tanto visuales como interpretativos y de hecho se agradece que se retome el relato romántico para hacer filmes de terror y dejemos ya los aburridos Slashers. Un 7, es destacable, si, pero no llega a ser excelente. Recomendable y a la espera de lo próximo de Del Toro para saber si llega a esos niveles que se esperan de él.
Crítica: Juan Pablo Pérez-Padial