Crítica | LA NIEBLA (The Fog) (John Carpenter, 1980)

Publicado el 08 marzo 2016 por Paco Garrido @PacoGarrD

John Carpenter nos invita a retornar nuestra mente hacia un pasado melancólico, aquél en el que nos sentábamos en corrillo a la vera de una hoguera mientras un anciano nos relataba historias de misterio. En la pintoresca Antonio Bay ocurre lo mismo, estamos a punto de adentrarnos en una de esas lúgubres historias de mano de uno de los mejores trabajos de Carpenter.
El sacerdote de Antonio Bay en la costa californiana, encuentra un libro donde describe un terrible acontecimiento sucedido en el pasado mientras la tripulación de un barco aparece brutalmente asesinada. Además de que una inexplicable y tenebrosa niebla se acerca a la costa, entretanto la localidad se prepara para celebrar su centenario pero esos extraños sucesos no dejarán que sea una fiesta tranquila porque algo que encontró su fin en tiempos añejos anhela venganza...
Adrianne Barbeau, Jamie Lee Curtis, Janet Leigh y un elenco de buenos actores son la base que toma el maestro Carpenter para representar su historia de venganza. Una apocalíptica narración marcada con un tempo fantástico nos hace adentrarnos en primera persona en la acción y el misterio que logra transmitir, cargada de impactantes imágenes como los decorados escogidos, el imperioso faro y un creativo final. Realizada a principios de los 80, indiscutiblemente embriagada de referencias a esa época con la radio en el faro, los discos de vinilo, la música y la estética general del film. Incluso la fotografía con un tono verdoso azulado en las escenas nocturnas.
Con un guión más orientado al encontronazo narrativo que la definición de personajes, el libreto de John Carpenter y Debra Hill consigue convencer gracias al perfil de terror psicológico y a la pureza de estilo que contiene la cinta. El clímax se podría haber definido mejor, pues la trama nos va marcando pautas previsibles como los garfios y la opresiva niebla, pero la resolución final es impactante cinematográficamente hablando.

La opresiva presencia de la niebla, una ambientación que huele a venganza y miedo, apoyada por convincentes fenómenos paranormales y con múltiples referencias ochenteras reinan en la cinta de terror psicológico de John Carpenter, que la hace ser una de las mejores obras de su filmografía.
Valoración: [7/10]
★★★★★★

Paco Garrido