Crítica: La viola de Tyneford House. Natasha Salomons.

Publicado el 07 octubre 2013 por Metgaladriel @metgaladriel


LA VIOLA DE TYNEFORD HOUSE Natasha Solomons Alianza Editorial
En ocasiones prejuzgamos a personas o lugares, tanto para bien como para mal, los infravaloramos o sobrevaloramos y emitimos juicios anticipados. Alabamos a gente que luego no resulta ser tan interesante cuando los conocemos y viceversa. Lo mismo pasa con los lugares y también con los libros.
En mi caso, infravaloré La viola de Tyneford House de Natasha Salomons. Un libro que me mostraba una portada poco llamativa, con un subtítulo de novela cutre y una fotografía algo burda, pero la sinopsis no pintaba mal.
Así que, con motivo de la lectura conjunta que han organizado María del blog De todo un poco y Jesús del blog La caverna literaria, me animé a leerlo y a dejar atrás todos aquellos prejuicios que habían hecho que dejara la novela esperando turno en la estantería.
Lo que encontré fue maravilloso. La historia de Elise Landau, inspirada en la abuela de la autora, es la historia de lo que vivieron muchas chicas judías de buenas familias antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Elise viene de una familia judía, su madre, Anna, es cantante de ópera; su padre, Julian, es un conocido escritor y Margot, su hermana, es una virtuosa de la música. Luego está ella, Elise, que no sabe cantar ni tocar ningún instrumento ni tampoco posee ningún talento especial. A los judios no les esperaba ningún futuro halagüeño, así que deciden emigrar, Margot y su marido consiguen unos visados para Estados Unidos y Elise encuentra trabajo como doncella en Tyneford, Inglaterra. Sus padres esperarán unos visados que no saben si llegarán. Elise con un bajo dominio del inglés y sin saber ser doncella, aprenderá algo más que eso en Tyneford House, allí conocerá al señor Rivers y a su apuesto hijo Kit que le harán pasar una memorable estancia en la costa inglesa donde el amor se mezclará con las adversidades de la guerra.
Una historia de adaptación que rompe todas las barreras históricas para cantarle a nuestra alma y emocionarnos con la belleza de la narración que Natasha Salomons ha vertido en las páginas de este libro, dejándome sin palabras. Sé que no olvidaré este libro fácilmente.
Lo peor: La portada Lo mejor: una historia fascinante, bella y realmente emocionante.
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