Cuando los hermanos que nunca han conocido a sus abuelos y van una semana a su casa para recuperar el tiempo perdido, comienza a fraguarse la historia en nuestra cabeza. Las pistas son concisas y resolutivas a cada paso del metraje, un pequeño orden mental del inquietante puzzle expuesto por Shyamalan va tomando forma y desarrollándose en nuestra cabeza, donde las piezas van encajando y el resultado es el que nos esperábamos. Con lo que el factor sorpresa que tanto le gusta al director se pierde cuando explota la burbuja. Por supuesto, esto es una opinión o sensación personal.
Una puesta en escena y ambientación lograda, con música y efectos sonoros bien implementados. Remarcando algunas actuaciones imponentes como la de la abuela (Deanna Dunagan) o la joven aprendiz de cineasta (Olivia DeJonge) que están por encima del resto. Algunos altibajos importantes en el desarrollo narrativo, como las escenas cómicas con algo de humor negro que le restan intensidad a la misteriosa historia, o la repetición de alguna. La trama está contada como si de un metraje independiente grabado por cámaras estándar se tratara, desde diferentes ángulos y en primera persona. Algunas escenas de miedo convencen, pero en global, disfrutaremos de un filme de terror puramente psicológico.
Shyamalan nos ofrece una propuesta independiente concisa, marcada por cierto cariz añejo de sus primeras obras de terror psicológico como El Sexto Sentido o El Bosque. Pero a diferencia de ellas, el factor sorpresa se pierde al presagiar el desenlace. Una cinta de terror psicológico con una narración y puesta en escena interesante.
Valoración: [6/10]
★★★★★★★★★★
Paco Garrido