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Ficha técnica | Título original: Les Combattants. Director: Thomas Cailley. Guión: Thomas Cailley, Claude Le Pape. Reparto: Kévin Azaïs, Adèle Haenel, Antoine Laurent, Brigitte Roüan, William Lebghil, Thibaut Berducat. Género: Drama, Romance, Comedia. Duración: 98 minutos. Año: 2014. País: Francia. Fotografía: David Cailley. Música: Philippe Deshaies, Lionel Flairs, Benoit Rault. Productora: Nord-Ouest Productions. Distribuidora: Surtsey Films.
Que agradable sorpresa me ha traído el cine francés con “Les Combattants”, el primer largometraje de Thomas Cailley que arrasó en la Quincena de realizadores en el Festival de Cannes, sin olvidar 3 César de la Academia francesa de Cine.
Entre sus amigos y el negocio familiar, el verano del joven Arnaud (Kévin Azaïs) parece que será tranquilo… hasta que conoce a Madeleine (Adèle Haenel), tan bella como arisca, un bloque de músculos tensos y catastróficas profecías. Él no espera nada, ella se prepara para lo peor. Él se toma la vida con calma, con una sonrisa. Ella sólo piensa en hacer el curso para entrar en el ejército ¿Hasta dónde podrá seguir Arnaud a Madeleine, cuando ella nunca le pidió nada? Es una historia de amor. O de supervivencia. O ambas.
Adèle Haenel para mi ha sido un grato descubrimiento, eso que ya tiene un par de César en sus currículum, no había visto nada suyo, pero creo que puede entrar directamente al ranking de mis actrices francesas favoritas junto a Mélanie Laurent, Marion Cotillard o Lèa Seydoux, entre otras. Haenel interpreta a Madeleine magistralmente, tanto física, emotiva y expresivamente, es la que mueve la película, una especie de energía que mueve a los personajes, sobre todo a Arnaud y que nos transmite muchísimo con una simple mirada o un gesto. Madeleine es inapropiada, extraña, violenta, catastrófica, tiene un raro objetivo o idea, aprender a sobrevivir por si mañana se desata el fin del mundo, cosa que no todos ven con buenos ojos.
Cuando ambos personajes se juntan se complementan. Por ejemplo, a través de la observación, las miradas y los comportamientos de Madeleine, Arnaud aprende mucho de ello, lo que le gusta y sus objetivos, principalmente. Ella en cambio prefiere actuar, ejercitarse y luchar. Al final, cuando se juntan los personajes en un mismo eje, ella le preguntará “¿Qué hacemos?” y él responderá “Adaptarnos. Sobrevivir”. Es decir, ella está preparada para sobrevivir, pero él es que sabe cómo hacerlo, de ahí que la película funcione.
El director novel Thomas Cailley nos trae esta historia co-escrita por él, además también se vio recompensado en los César por su labor de director novel. Cailley nos trae una especie de road movie, con ciertos escenarios, sí, pero dónde el mayor rodaje o camino lo hacen los personajes y sus cambios. Cosa que es bastante agradable, ya que no son personajes vacíos, sino con alma y futuro. Thomas Cailley rodó la película cronológicamente, cosa que se va notando, ya que mientras surge la química entre los personajes también lo hace entre Adéle Haenel y Kévin Azaïs, es como si al final se conocieran, de cierto modo, como dice el director, los personajes acaban contaminándose.
Resumiendo a mí la película me ha gustado mucho, como podéis comprobar por mí crítica, tiene sus defectos, pero prefiero obviarlos a favor de la historia, ya que es lo que más me ha interesado de la película. Es gracioso como algo que te gusta puede descartar ciertos “errores”, sin embargo si algo es mediocre no tienes problema en sacarle punta. Aún así, para mí la película es de 7,5 e incluso 8. Esta historia a caballo entre realidad y ficción, con dos protagonistas a la altura en sus interpretaciones y una fotografía y BSO acorde a lo que nos cuenta, osea muy buenas, acaba transportándote a una película dramática, poética, con toques divertidos para acercarse a nosotros y así poder vivir “la aventura” con Adèle Haenel y Kévin Azaïs. Desde mi punto de vista es muy recomendable.
Crítica: María José Díaz-Maroto