Sinopsis
Georgie McCool sabe que su matrimonio tiene problemas. Que ha tenido problemas desde hace tiempo. Aún quiere a su marido, Neal, y Neal todavía la quiere a ella, de verdad. Pero parece que ahora todo eso da igual.
A lo mejor siempre ha dado igual.
Portada alternativa
Editorial Orion
Dos días antes de ir a ver a la familia de Neal a Omaha por Navidad, Georgie le dice a Neal que no puede ir. Es guionista, y algo ha surgido en el trabajo; tiene que quedarse en Los Ángeles. Sabe que Neal se enfadará con ella (Neal siempre está enfadado con Georgie), pero no se espera de él que haga las maletas y se vaya a casa con los niños sin ella.Cuando su marido y sus hijos se van al aeropuerto, Georgie se pregunta si al final ha pasado. Si ha metido la pata hasta el fondo.
Esa noche, Georgie descubre un modo de comunicarse con el Neal del pasado. No son viajes en el tiempo, no exactamente, pero siente que se le ha dado una oportunidad de arreglar su matrimonio antes de que comience... ¿Es eso lo que se supone que tiene que hacer?
¿O estarían Georgie y Neal mucho mejor si nunca se hubieran casado?
(Traducción propia, no disponible en español)CríticaCon Rainbow Rowell es siempre el mismo rollo. Que sí, que es chick-lit (más o menos; en este caso, es quizá un poco más adulto que el chick-lit estándar). Que sí, que es una historia que, si se detiene una a pensarlo, no tiene realmente nada de especial: es una cosa sencilla, con personajes normales y con pocas pretensiones de convertirse en un éxito editorial. Pero es aquí, precisamente, donde encuentro la chispa de la autora. Los que me conocéis (y los que no, pues... encantada), o los que hayáis leído alguna que otra crítica de las mías (que, por cierto, salen los viernes *guiño guiño*), sabréis o, al menos, habréis intuido que me van los libros de este tipo, preferiblemente autoconclusivos.
Rainbow Rowell
Además, tiene mérito que haga una reseña positiva (sí, os lo adelanto, será positiva aunque no lo parezca) de una escritora que se dedica a este género. Mi dilema principal no es este, sino que las historias de Rowell no tienen ni un comienzo ni un final, básicamente solo te cuenta, hablando en general, la parte de en medio; lo que está genial, porque odio que los comienzos se me hagan pesados y ella pasa directamente a la "acción" (entre comillas, porque no suele haber mucha), pero a veces siento que me falta algo.Suelo identificarme muy fácilmente con sus protagonistas, no me cuesta encontrar algún rasgo mío en ellas; pero, esta vez, no he sido capaz. Para empezar, Georgie tiene más edad y más responsabilidades de las que yo aspiro a tener en toda mi vida. Lo bueno es que es un desastre y en eso sí coincidimos. Se dedica a algo que no me llama la atención especialmente (es guionista de series de televisión, en concreto escribe una comedia) y hace referencia a series, personajes, actores y músicos que no me suenan de nada. Esto me pasa mucho en sus libros y normalmente no me preocupa porque puedo seguir la trama sin problemas, pero no sé... No tengo suficiente conocimiento de la cultura televisiva estadounidense para disfrutar plenamente de este libro; a vosotros quizá no os pase lo mismo.
Me parece que esas son las dos únicas pegas que le consigo sacar, por lo demás, sigue en su línea. Hace un pequeño guiño a los viajes en el tiempo, aunque sin caer en el cliché de lo "sobrenatural". Como ya he dicho, es ligero. No tiene una trama excesivamente complicada ni personajes con una psicología muy profunda. En este sentido me recuerda mucho a John Green (inevitable la comparación), en el sentido de que escribe algo que le puede pasar a cualquiera, pero con el toque especial de la casa. Hace único lo mundano, y no es algo que se vea a menudo.
"I think I can live without you, but it won't be any kind of life" Rainbow Rowell (Landline)
La narración fluye (al menos en su idioma original). Hay algún pasaje que se me hizo más largo de la cuenta, pero supongo que, como muchas cosas en la vida que no nos gustan, era necesario. Los diálogos son ingeniosos, las descripciones concisas y ocurrentes y los capítulos se me pasaron volando sin darme cuenta. Bueno, ¿qué os voy a contar? Si Rainbow Rowell reescribiera la guía de teléfonos, me la leería. (Todos tenemos encumbrados a ciertos escritores, no me lo neguéis). Aunque, como ya he dicho, a veces veo demasiado de ella en el texto.
Por otra parte, me quiero casar con Neal, el marido de Georgie. Todos sus personajes masculinos me dan ganas de casarme (con ellos, se entiende). Os lo juro. Y yo odio las bodas, las parejitas y los vestidos de novia de corte sirena. En general, el pack "familia feliz americana con casa, valla de madera, perro labrador y fin de semana en la casa del lago" no me va mucho. Total, que Neal me encanta. Y quiero uno, porque mirad:
"I love you more than I hate everything else"Rainbow Rowell (Landline)
Los que ya hayáis leído algo de Rainbow Rowell sabréis que sus finales no lo son. Es como caer hacia arriba, no llegas nunca al suelo. Me gusta. Creo que una no-conclusión es, en gran medida, la solución perfecta para que todo el mundo tenga la conclusión que quiere. No os diré nada, para que os llevéis la sorpresa, pero os digo que Landline termina de una forma que no me esperaba, aunque realmente nunca sé lo que esperarme (no fue espectacular ni fuera de onda, pero aún así... es que en el fondo soy una magdalena). Lo recomiendo a aquellas personas que cojan un libro para desconectar un rato, que no busquen una historia especialmente profunda y que disfruten de la literatura sencilla con un toque especial.
En conclusión, Rainbow Rowell hace que mi ya de por sí nula vida amorosa parezca aún más patética. Pero con estilo.
Puntuación4 TACITAS