Crítica literaria Nº20: La insólita amargura del pastel de limón

Publicado el 05 diciembre 2014 por Tazadelibros @Tazadelibro
Ficha técnica
Título: La insólita amargura del pastel de limón
Autora: Aimee Bender
Idioma: castellano
Editorial: Lumen
Nº de páginas: 320

SinopsisRose Edelstein está a punto de cumplir nueve años, y prueba a escondidas un pedazo de pastel que su madre ha cocinado para ella. Ella espera disfrutar del sabor del limón mezclado con el azúcar, pero de repente su boca se llena de soledad y tristeza. Sin que nadie sepa cómo ni por qué, la niña descubre que puede adivinar los sentimientos de quien cocina, y desde entonces comer será su arma secreta para conocer mejor a los demás. 



No solo los platos más sofisticados, sino unas simples patatas fritas o unas tostadas con mantequilla tienen historias que contar, y ahí está Rose, intentando acercarse al dolor de los demás y aprender a vivir. Intrigada y a menudo asustada, la niña descubre el lado oscuro de su propia familia: ese hogar en apariencia feliz se derrumba bajo el peso de la ansiedad de su madre, la indolencia de su padre y las extravagancias de un hermano que intenta huir de la rutina negando la realidad. 
Los años pasan, y por fin esa chiquilla que ya es mujer encontrará el buensabor de la vida. ¿Cómo? Para saberlo, habrá que disfrutar de esta hermosa fábula que Aimee Bender ha cocinado con talento e imaginación.

Crítica

Hace ya bastante que me leí este libro, pero por alguna razón no he llegado nunca a escribirle ninguna crítica (a veces siento que un libro me gusta tanto que nada de lo que diga sobre él va a estar a la altura, ¿alguien me entiende?). Hoy os traigo una de esas historias que te dejan un regusto ácido en la memoria cuando la terminas. En mi caso, aunque parezca extraño, aún dura: la amargura del pastel de limón jamás se irá del todo

Aimee Bender

Aimee Bender, de quien no he leído nada más, nos narrala vida de una familia que se desmoronapoco a poco. Un padre con fobia a los hospitales, una madre dedicada tanto a su familia como a su amante, un hijo adolescente introvertido que desaparece sin más y una hija, nuestra protagonista, que es capaz de saborear en la comida los sentimientos de la persona que ha cocinado. Es a la vezuna historia cercana e inusual, de las que me gustan.
La narradora comienza siendo una niña de nueve años, lo que aporta a la historia una magia especial que no se consigue con un narrador adulto. Su visión es ingenua, y su desesperación y desconcierto cuando prueba por primera vez la amargura de la infelicidad de su madre proyectada en lo que iba a ser su pastel de cumpleaños es devastadora. Por mi parte, soy bastante aficionada al drama y a las historias pesimistas. Esta me conquistó desde el comienzo porquela autora ha sido capaz de transmitir la frustración y el miedo sin caer en el clichéde la telenovela. Parece que no he dicho nada del otro mundo, pero las personas que han leídodramonessabrán de lo que hablo. Y agradecerán que este no sea uno de esos libros en los que los personajes se lanzan cosas, rompen cosas y tiran cosas por la ventana. 
En cuanto a los personajes, he de decir que es una de las cosas por las que este libro está entre mis favoritos; a pesar de sus cualidades "especiales", es muy fácil identificarse con ellos. Rose es, en gran parte, el producto de la indiferencia de su padre, con quien únicamente ve la tele y come comida congelada (y ya está, esa es toda su interacción con él), y del alejamiento de su madre, que poco a poco construye una vida al margen de su familia. Los niños lo ven todo y, en el caso de Rose, lo saborean todo. Podemos ver cómo crece con este sentimiento de vacío y cómo se refugia en la comida basura y procesada para evitar que los sentimiento de otras personas la abrumen. A todo esto, se suma su extraña vida amorosa y su aún más extraña relación con su hermano mayor.

Y es él, el hermano mayor, quien nunca va a dejar de sorprenderme (a pesar de saber ya lo que va a ocurrir, releyendo algunos pasajes para esta reseña, no podía dejar de pensar en él). Es una de estas personas en las que se han depositado demasiadas expectativas. La soledad casi acaba con su vida y la silla en la que pasa horas delante del ordenador acabará formando parte de sí mismo de una forma que nunca hubiéramos imaginado. A mí, por lo menos, me resultó tan impactante que todavía hoy me acuerdo de esa escenaNo quiero aburrir más con mi fascinación por los personajes, pero, en serio, conceded una oportunidad a este libro porque seguro que encontráis algo de vosotros en ellos
Lo único malo que tiene es que la trama no es especialmente intensa, porque lo único que vemos es cómo crece Rose y cómo percibe ella el crecimiento de los demás personajes. Cómo la vida avanza, cómo encuentra su camino y cómo deja cosas atrás que no son más que anclas que la mantienen en el pasado. Puertas que se cierran y ventanas que se abren, de eso trata
Puntuación