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Crítica literaria nº26: Los años de peregrinación del chico sin color

Publicado el 05 enero 2015 por Tazadelibros @Tazadelibro
Crítica literaria nº26:  Los años de peregrinación del chico sin colorFicha técnicaTítulo: Los años de peregrinación del chico sin color Autor:  Haruki MurakamiEditorial: TusquetIdioma: japonés (original) castellano (lectura)320 páginas 
SinopsisLos años de peregrinación del chico sin color, de Haruki Murakami, autor de otras obras de la narrativa extranjera como 1Q84 o Tokio Blues, es una entrañable novela sobre la amistad, el amor y la soledad de aquellos que todavía no han encontrado su lugar en el mundo. Haruki Murakami (Kioto, 1949) estudió literatura en la Un iversidad de Waseda y regentó durante varios años un club de jazz. Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, le gustaba sentarse en las estaciones a ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de tren, pero en el fondo no ha dejado de ver pasar los trenes. Lleva una vida holgada, tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, algo se remueve en lo más profundo de su ser. Y revive, en particular, un episodio de su juventud: dieciséis años atrás, cuando iba a la universidad, el que había sido su grupo de amigos desde la adolescencia cortó, sin dar explicaciones, toda relación con él.
Crítica
Muchas veces digo que leer a Haruki Murakami es como soñar. En el sentido onírico. Terminas uno de sus libros y es como despertar de un sueño, te deja una serie de sensaciones, de imágenes, de recuerdos, que se van disipando con el tiempo, hasta no saber ya qué ocurría en la novela, qué personajes salían, cómo acababa.
En esta obra ocurre algo similar, aunque la historia está bastante más detallada y perfilada que novelas anteriores y, por tanto, es más fluida y más fácil de seguir la narración.
Para los que ya conocen al autor no van a encontrar ninguna sorpresa, al contrario, puede que les resulte predecible, pero creo que, de cualquier modo, merece ser leída.
La historia nos presenta un personaje anodino e inmaduro que va cobrando “color” y madurez a medida que avanzan los acontecimiento y descubre los motivos por los que le rechazaron en su juventud. El relato es muy sensitivo, y tiene banda sonora propia, la de Liszt, a la que alude el libro, y de la que parece nacer la historia.
Como todas las obras de Haruki, esta también construye un camino entre la realidad y la ficción, de historias inverosímiles entremezcladas con la línea argumental principal (no menos extraña). Los personajes son misteriosos, distantes, cambiantes, y parecen estar ahí para mostrarnos algo de nosotros mismos, para mostrarle a nuestro protagonista algo de sí. Como en un sueño, cada elemento de la historia parece ser el reflejo de la mente creadora, de la mente que sueña, es decir: del autor, y del lector.
No puedo darle la puntuación máxima porque, bajo mi punto de vista, repite esquemas de la novelas anteriores con demasiada similitud, pero no puedo darle una puntuación baja porque desde luego la historia engancha y, en algún punto, sorprende.
De Haruki podemos esperar tanto fantasía como misterio, realismo e historia, psicología y fantasmas, metáforas, simbolismo, y también frases claras y sencillas, con un mensaje directo, sin preámbulos.
Para aquellos que no conozcan al autor y quieran conocer algo diferente, y para los que le conocen: aquí tienen una dosis de Murakami en estado puro.
Puntuación
4/5 tacitas
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