Revista Cultura y Ocio

Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You

Publicado el 26 febrero 2015 por Tazadelibros @Tazadelibro
Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of YouFicha técnica
Título: A Thousand Pieces of You (Firebird, #1)
Autora: Claudia Gray
Editorial: Harper Teen
Idioma: inglés (no disponible en español) 
368 páginas

Sinopsis
Los padres de Marguerite Caine son conocidos por sus logros científicos radicales. Su invento más sorprendente: el Firebird, que permite al que lo usa saltar entre universos paralelos, algunos totalmente diferentes al nuestro. Pero cuando el padre de Marguerite es asesinado, el culpable (Paul, el guapo y enigmático asistente de sus padres) escapa a otra dimensión antes de que la policía pueda atraparlo. 
Marguerite no puede dejar que el hombre que ha destruido su familia se salga con la suya, y corre tras Paul a través de diferentes universos, donde sus vidas se enmarañan de formas cada vez más familiares. Con cada encuentro, empieza a questionarse la culpabilidad de Paul y su propio corazón. Pronto descubre que la verdad tras la muerte de su padre es más siniestra de lo que podría haber imaginado jamás.A Thousand Pieces of You explora una realidad en la que somos testigos de las incontables vidas paralelas que podríamos estar viviendo en un maravillosamente complejo multiverso, y nos preguntamos si, en medio de infinitas posibilidades, un amor puede sobrevivir.
 
(Traducción propia; probablemente contenga errores)
Crítica
No sé si os acordáis, pero en mi lista de lecturas para este año incluí un montón de libros young-adult con unas portadas preciosas. Me he propuesto ahondar todo lo posible en el género porque veo que es algo que me puede llegar a gustar de verdad. Una mina de oro, vamos. El caso es que A Thousand Pieces of You es el título que inaugura dicha lista. ¿Mi primera impresión? Promete. Bueno, el contenido no me ha resultado tan genial como la portada, pero tampoco ha sido una lectura insufrible. Algo intermedio, una de esas lecturas que pasan sin pena ni gloria

Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You

Londres futurista, primera dimensión de destino

Para empezar, lo que más me llamó la atención fue el hecho de saltar entre dimensiones y universos paralelos. Explicación relámpago: el Firebird permite al portador saltar entre dimensiones; en tu dimensión de origen, tu cuerpo desaparece; en la dimensión de destino, apareces dentro de ti mismo (no puedes ser Lady Gaga, lo siento), por lo que sólo puedes viajar a dimensiones en las que existes. Si acabas en la Alemania Nazi futurista y pierdes el Firebird, despídete de tu memoria: te "fusionas" con tu yo de esa dimensión. El aparato en cuestión tiene un "reminder" para que sigas siendo tú mismo, así que no tendría por qué pasar nada. Sin embargo, Marguerite no necesita un recordatorio, puede viajar sin perder conciencia de su identidad.  
En cuando a los personajes, he de decir que no son ninguna maravilla del desarrollo psicológico en la literatura. Tenemos a Marguerite, que se siente desplazada porque, en su familia, todos son de ciencias y la pobre no se entera de nada cuando hablan en la mesa. (Total, como yo.) Ella quiere ser artista (menos mal que no quiere ser escritora/editora, que ahora está muy de moda). Su hermana estudia oceanografía (no es físico, como sus padres, pero puede mantener conversaciones científicas de un nivel relativamente elevado). Tenemos también a sus padres, que son dos cuarentones acaramelados con un rollo alternativo (educación en casa, librepensamiento, os dejo que me lo pongáis todo perdido de pintura). En fin, padres guays. Los padres tienen ayudantes temporales, estudiantes avanzados que trabajan en sus tesis o cosas por el estilo. Lo que pasa es que son tan enrollados que se encariñan con ellos y los acogen como si fueran hijos propios. En fin, que Marguerite y su hermana han aprendido francés, matemáticas y demás (lo que los demás aprendemos en la escuela) de estudiantes de postgrado itinerantes. 

Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You

la Rusia de los zares, segunda dimensión de destino

Dos de estos estudiantes son Theo y Paul, que, por supuesto, son como hermanos. Theo es el típico hipster de chiste fácil y Paul es "guapo y enigmático" (tal cual dice en la sinopsis), además de un niño genio. Os diré que este triángulo amoroso no tiene mucho misterio. De hecho, el romance es bastante simple y lineal, aunque no por ello mal trabajado. En A Thousand Pieces of You, si comparamos el peso que se le da al romance y el que se le da a la historia como tal, el romance gana por goleada. Lo demás queda en segundo plano demasiado a menudo, para mi gusto. 
La historia lleva un ritmo un poco lento al principio. Creía que la cosa iba a ser rápida y que los saltos interdimensionales serían más continuados. Pero, la verdad, es bastante estático. Viajan a un Londres futurista, a la Rusia de los zares, a un mundo similar al nuestro y a una plataforma bajo el agua. Se le podría haber sacado más partido (y creo que Claudia Gray me ha escuchado y ha ampliado el rango de paranoia multiversal en la segunda entrega). De hecho, la parte en la que acaban en Rusia me resultó muy aburrida, la historia se estanca y solo avanza el romance. Debería haber cortado a la mitad. Aunque he de admitir que el final de esta etapa me hizo contener un grito y es, a partir de ahí, cuando coge ritmo y ya no para. Tuve que seguir leyendo hasta terminarlo, porque no podía ser verdad

Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You

Plataforma subacuática, cuarta dimensión de destino

Los últimos dos viajes son los más "reveladores". Cada pequeño detalle que parecía haberse olvidado o justificado pobremente vuelve a la carga. De repente, completamos el rompecabezas. Todo cobra sentido. (Estoy haciendo un enorme esfuerzo por no decir nada que pueda arruinaros las sorpresas, y es muy difícil.) La tensión amorosa se resuelve con menos éxito del esperado, al menos para mí: me gusta el drama, se conoce que si no lloro no disfruto. Me pareció bonito, sin más.
A Thousand Pieces of You es una historia que explota los estereotipos y el amor post-adolescente (aunque infantil, de todas formas) para justificar el avance de un argumento un tanto simplón, pero no por ello menos adictivo. No, no es una obra maestra de la ciencia ficción, pero es entretenido y fácil y, aunque en algunos pasajes se haga eterno, el conjunto merece una oportunidad.
Puntuación
3/5 tacitas
Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You

Crítica literaria nº34: A Thousand Pieces of You


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