Crítica loreak (2014), por albert graells

Publicado el 02 octubre 2015 por Matias Olmedo @DragsterWav3

Sinopsis: La vida de Ane da un giro cuando semanalmente comienza a recibir de forma anónima un ramo de flores en su casa. Por su parte las vidas de Lourdes y Tere también se ven afectadas por unas misteriosas flores. Un desconocido deposita cada semana un ramo en memoria de alguien que fue importante en sus vidas. Estas tres mujeres verán sus vidas alteradas por la mera presencia de unos ramos de flores.
Elegida para representar a España en la próxima edición de los premios Oscar, ésta película filmada en euskera resulta un destacado y arriesgado relato dramático de sutil estilo bergmaniano.
Dividida en tres partes, la historia de “Loreak” se construye en base a la teoría freudiana de Ello, el Yo y el Super Yo. Personalmente no estoy de acuerdo en construir y presentar a personajes principales mediante el planteamiento del Ello, el Yo y el Super Yo. Nunca he sido un defensor de los posicionamientos freudianos, y menos de ésta teoría que es evidentemente equívoca, muy a pesar de lo que afirmen desde la burguesía de la intelectualidad psicoanalítica. Por lo tanto me resulta molesto ver películas cuyos personajes principales han sido construidos en base a planteamientos tan abstractos como los que se le pasaban a la cabeza al señor Freud cuando tomaba su “reconstituyente”, porque me cuesta asumirlos como personajes verosímiles.
Los tres personajes protagonistas, Ane, Lourdes y Tere, se nos presenta en los tres aspectos diferenciados de la teoría freudiana sobre la subjetividad humana. Ane es el Yo, una mujer normal, equilibrada y racional. Tere es el Super Yo, el Super Yo materno, la madre dominante es básicamente una figura del Super Yo. Y Lourdes es el Ello, un personaje de mentalidad irracional, que actúa por pulsiones ilícitas, que se mueve por instintos primarios. En la errónea lección elaborada por Freud, el Super Yo y el Ello están íntimamente ligados, y así se representa de igual manera en la película, los personajes de Lourdes y Tere están íntimamente relacionados. Aunque por muy bien representada que esté en la película ésta teoría freudiana, no deja de ser una teoría psicoanalíticamente absurda y sin condicionamiento verídico.

Pero en el caso de “Loreak”, y del mismo modo que sucedía en “Mommy”, la incorrecta construcción de los tres personajes principales se compensa con las estupendas actuaciones de quienes los interpretan; Nagore Aranburu, Itziar Ituño e Itziar Aizpuru. Las tres actrices, enormes en sus papeles, captan la atención y el interés del espectador, muchas veces sin ni siquiera hablar. Un gesto, una mirada, una expresión bastan para que esas tres grandes actrices transmitan emociones, pensamientos y preocupaciones sin necesidad de diálogo.
La fotografía también destaca por lo cuidada y trabajada que luce. Una de las cosas que más se recuerda tras ver la película es el tratamiento de luces y del color. En todos y cada uno de los planos se percibe una dedicación perseverante para que, no sólo los encuadres, sino también la luz y el color sirvan como herramientas narrativas.
Pero lo que más destaca por encima de todo en “Loreak” es su guión. Desde “Adaptation: El ladrón de orquídeas” que unas flores no significaban tanto en una película. “Loreak” nos muestra las vidas y las emociones que se esconden tras hechos tan inocentes e irrisorios como enviar flores a la persona a la que amas o depositar ramos en el lugar en el que alguien importante para ti perdió la vida, y lo hace de tal manera que consigue relacionar dos conceptos tan diferentes como el amor y la muerte, ofreciéndonos de éste modo una historia muy emotiva y cautivadora.
Mi calificación es: