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Dirección: Graham Annable, Anthony Stacchi
Guión: Irena Brignull, Adam Pava (Libro: Alan Snow)
Reparto (voces): Simon Pegg, Elle Fanning, Ben Kingsley, Toni Collette, Jared Harris, Nick Frost, Richard Ayoade, Isaac Hempstead Wright, Tracy Morgan, Laraine Newman.
Género: Animación, Aventuras
Duración: 97 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Dario Marianelli
Fotografía: John Ashlee Prat
Productora: LAIKA / Focus Features
Distribuidora: Universal Pictures
En una ciudad ficticia de Cheesebridge, acechan unos temibles trolls bajo su alcantarillado que tapan sus vergüenzas con una escueta caja, son curiosos, miedosos y les gusta mucho cacharrear e inventar cosas, es por ello por lo que salen de noche en busca de objetos de valor. En una de esas apacibles noches se masca la tragedia, de manera inexplicable un bebe acabara bajo sus terribles fauces con la consecuente preocupación de los habitantes de la ciudad, que se verán obligados a aplicar un toque de queda y a capturar a estas enigmáticas criaturas, cuyas intenciones no son nada halagüeñas, en un primer momento.
Por último, tenemos que reseñar el papel que asumirá el queso en esta película que nos recordara vagamente al personaje “Wallace” de Peter Lord, más concretamente a “Wallace & Gromit, la maldición de las verduras” (2005), esta obsesión por este producto culinario le llevara a la perdición en muchas ocasiones y en el caso de “Los Boxtrolls” dará los mejores momentos de esta animación.
Basada en la novela ilustrada “Here Be Monsters!” de Alan Snow, comienza el último trabajo de Laika Entertainment, una compañía ubicada en las montañas de Oregón que nos ha dado importantes alegrías en el campo de la animación stop-motion con trabajos como “Los mundos de Coraline” (2009) y “El alucinante mundo de Norman” (2012). Como adaptación hay que concretar que han realizado muchas modificaciones del libreto original para hacerla más infantil, es algo que Walt Disney ya aplica en muchas de sus adaptaciones y siendo francos, tampoco es que empeore el relato original, simplemente lo hace más ameno y directo, cinematográficamente hablando, claro está.
Es una pena, pero el guión anda escaso de chispa y originalidad, en el primer cuarto de hora es más que probable que intuyamos muchas cosas que se deben preservar para más adelante y esas cosas el espectador sabe penalizarlas. No hay ningún momento que reine la imprevisibilidad, todo se hace lineal y lo que es peor, a veces se desvelan cosas que si se hubieran ocultado podrían haber funcionado como factor sorpresa, desperdiciando una gran ocasión. Sorprende que en un estudio con una trayectoria intachable en esta materia, haga una historia carente del manejo de los tiempos, aunque los momentos cómicos están correctamente ejecutados. Me atrevería a decir que se han centrado más en el armazón –las ilustraciones que contiene el libro– que en el contenido de la obra literaria de Alan Snow.
Si tenéis oportunidad de visionarla en 3D os la recomendaría encarecidamente para verla, palparla y cerciorarse del extenso trabajo que implica animar un personaje durante una semana para obtener unos paupérrimos segundos de metraje. Estamos llegando a unas cotas en esta técnica de animar plano a plano, que uno se plantea si hemos tocado techo al fin, o si en verdad hay todavía mucho por profundizar.
Laika Entertainment firma lo que es hasta fecha de hoy su 2º mejor largometraje tras el proyecto personal de Henry Selick con “Los mundos de Coraline” (2009). No sabemos hasta donde llegaran los chicos de Laika con su cruzada por demostrar que el stop-motion todavía puede sorprendernos del mismo modo que cualquier película de Pixar. Supongo que su imaginación les llevara donde quieran, y que desde hace tiempo no se imponen límites ni plazos, lo que es de agradecer. Actualmente se encuentran en el fragor de la batalla con dos proyectos en desarrollo, pero viendo el nivel que están alcanzando y la calidad exponencial que atesoran en cada uno de sus obras artísticas, está claro que tienen cuerda para rato.
Lo mejor: Artísticamente han subido varios peldaños de golpe demostrando que la animación tradicional no esta tan muerta como pueda parecer. Lo peor: La previsibilidad y lo manido del guion. No cuenta nada que no hayamos visto antes pero si lo contaran de otra manera habría sido más original y fresca.
Crítica: Iván Heral