LOS MERCENARIOS 2
Título Original: The Expendables 2 Director: Simon West Guión: David Agosto, Ken Kaufman Música: Brian Tyler Fotografía: Shelly Johnson Interpretes: Sylvester Stallone, Jason Statham, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Jean Claude Van Damme, Chuck Norris, Jet Li, Dolph Lundgren, Terry Crews, Randy Couture, Liam Hemsworth, Scott Adkins, Yu Nan Distribuidora: Aurum Fecha de Estreno: 24/08/2012
A LO GRANDE
Los héroes de acción de los ochenta y noventa habían muerto, sobrepasados por héroes mucho menos corpulentos pero con un rostro mucho más apetecible, y un montón de superhéroes, parecía que su lugar en la gran industria había muerto, para ellos sólo quedaban productos de series B, películas directas a vídeo, o arrastrarse por alguna producción en algún papel secundario haciendo el peor de los ridículos (aún nos duele en el alma aquella Spy Kids 3). Pero detrás de todos esos músculos y anabolizantes, hay también gente con mucho talento, un talento que se ha visto infravalorado y totalmente despreciado, pero que cuando han tenido que usarlo, han demostrado que es más fuerte que cualquier arma. Y no es algo de ahora, los inicios para Stallone no fueron fáciles, nadie parecía dispuesto a producir Rocky, al menos no si él la interpretaba, no paró hasta conseguirlo, y aquello le valió una doble nominación al Oscar como actor y guionista, y sobre todo la creación de un mito que será eterno.
Cuando más muerto parecía, Stallone resurgió cual ave fénix, sacó del cajón a sus dos personajes más legendarios, y les inyectó una gran dosis de nostalgia para cerrar de forma sobresaliente dos capítulos importantes de su vida. A partir de ese momento Rocky y Rambo dejaban de existir para dar paso a un nuevo Stallone, un mito que buscaba renacer y dejar claro que nunca se irá. No fue el único que hizo similar, Van Damme se redimía frente a las cámaras en JCVD, demostrando además un talento interpretativo que iba mucho más allá de lo que muchos hubieran podido imaginar hasta ese momento. Las estrellas de acción de los 80 y los 90, los mitos vivientes, parecían convencidos de volver para reclamar un sitio que nadie creía que tuviesen, para un género que más allá de las producciones de Jason Statham parecía totalmente muerto. Para combatir contra esto, sólo se podía hacer a lo grande, reuniendo a varias de las estrellas de acción de ayer y de hoy para un macroproyecto, aquello salió muy bien y superarlo de cara a una segunda entrega era todo un reto que sólo se podía conseguir si se tiraba de lo masivo. Y lo han conseguido por que en Los Mercenarios 2 hay más estrellas, más explosiones, más disparos y más humor, una apoteósica gamberrada que no duda en tirar de nostalgia sí, pero que se hace grande con los mitos dando hostias mientras se ríen de las cosas que les mitificaron.
Apenas hay lugar para respirar en una segunda entrega que se presenta con una brutal escena de rescate que se convierte en toda una declaración de intenciones, dónde los chistes y las referencias aparecen desde el principio, mezcladas con una sobresaturación de violencia y acción incesante, dónde no se escatima en explosiones, ni disparos, ni hostias, ni sangre, todo un festín para el deleite de un público necesitado de una acción mucho más agresiva que la que aparece actualmente en las grandes producciones. Entre tanta sucesión de disparos hay tiempo para armar una trama, justa, pero que justifique toda la orgía de sangre, y si en la primera hablábamos de un rescate, aquí todo se vuelve más personal y se convierte en una dolorosa acción de venganza, así, todo el equipo, encabezado por Stallone se arman hasta arriba para vengar a un compañero caído, al igual que el actor del Bronx hiciera en la mítica Rocky IV.
Los Mercenarios 2 es el entretenimiento llevado hasta el infinito, una obra maestra dentro de su genero, con momentos que piden a gritos aplausos del espectador, como esa estelar aparición de Chuck Norris, en la que por si fuera poco hace de Chuck Norris y cuenta chistes de Chuck Norris. Conversaciones en las que aparecen referencias cruzadas a Terminator, la Jungla de Cristal y Rambo, o la grandeza de algún plano perfectamente estudiado en el que la pantalla se hace más grande al juntar a John McLane, Rocky y John Matrix en un mismo plano. La película se pasa de rosca, ella misma lo reconoce al final, pero esa es precisamente su mejor virtud, la de llevar al espectador a babear en una pelea alucinante entre Stallone y un Van Damme villano llamado Vilain para más sarna, de hacerle disfrutar, desconectar y salir del cine totalmente entusiasmado ante un espectáculo pirotécnico de los que para ver en el cine a día de hoy parece que hay que tirar de sesiones como Phenomena a dónde se han visto relegados. Queremos que vuelvan nuestros mitos, y que lo hagan con la misma grandeza y buen humor que destilan en Los Mercenarios, así… ¿Cómo vamos a querer crecer?