Empecemos por el "guión", escrito por los mismos directores y por la que fuera ministra de cultura del gobierno de España en el año del estreno, Ángeles González-Sinde, quien concedió una subvención de un millón de euros a esta producción de la que era coguionista. La trama de "Mentiras y Gordas" es un revoltijo caótico de subtramas y personajes estereotipados que carecen de desarrollo adecuado. La película sigue la vida de un grupo de jóvenes de Alicante, cuyas vidas giran en torno a las drogas, el sexo y la fiesta. Sin embargo, en lugar de profundizar en las motivaciones y emociones de estos personajes, la película opta por presentarlos de manera superficial y unidimensional, lo que hace que sea difícil conectar emocionalmente con o preocuparse por ellos. Cabe destacar también lo bochornoso de los diálogos, que parecen improvisados al momento por los mismos actores, lo que dificulta entender las motivaciones de los personajes.
Además, la dirección de Albacete y Menkes deja mucho que desear, carece de cohesión y claridad. La película salta de una escena a otra sin una narrativa clara. Las transiciones abruptas y los cambios de tono repentinos hacen que la experiencia de ver la película sea confusa y desordenada.
En cuanto al elenco, si bien cuenta con buenos actores como Mario Casas, Ana de Armas, Yon González y Hugo Silva, la habilidad interpretativa de estos no se ve reflejada en la pantalla en este caso. Los personajes están muy mal escritos y muy mal desarrollados, lo que limita el alcance de los actores para mostrar su verdadero talento. Además, las actuaciones a menudo caen en la caricatura, lo que hace que sea difícil tomar en serio a los personajes o sus dilemas.
"Mentiras y Gordas" es una fallida película destinada exclusivamente a un público seguidor de series como "SMS Sin Miedo a Soñar" o "Física o Química". Su trama desordenada, dirección confusa y tratamiento superficial de temas sensibles la convierten en un bodrio, una experiencia cinematográfica decepcionante. En lugar de ofrecer una reflexión significativa sobre la juventud y la sociedad contemporánea, la película se queda en la superficie, optando por el sensacionalismo en lugar de la profundidad emocional y temática.
Mi calificación es: