'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' es el larguísimo título de la novela super ventas de Laura Norton, que ahora la directora María Ripoll se encarga de llevar a los cines con un reparto de lujo y dispuesta a convertir esta adaptación en el nuevo taquillazo español.
La vida de Sara, la protagonista, es un desastre: su novio vive a miles de kilómetros de distancia y su tienda de moda confeccionada con plumas está al borde de la quiebra. Esto sólo es el comienzo, pues su familia se desmoronará y ocupará su casa provocando situaciones de lo más variopinto. 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' es una oda y, a su vez, crítica al mundo hipster, al amor, a las redes sociales, a las modas absurdas y al (des)amor más adolescente. Combinando todos estos elementos con un humor a veces descafeinado, a veces desvergonzado, Sara irá evolucionando como personaje, y con ella todos los que la rodean, en un viaje de lo más loco e irreverente, aunque predecible. La película es un reflejo frívolo y acertado de nuestro tiempo, y aunque tiene una parte satírica, no es lo suficientemente fuerte como para que termine de funcionar, ya que se ríe de sus patéticos personajes pero no del todo. Y es éste su gran defecto: tomarse a sus personajes en serio, o no, cuando conviene al relato. No han explotado al máximo las posibilidades de los personajes, quedándose a escasos centímetros de haberlo logrado. Lo bueno de esta película es que se confirma que en España hay un tipo de comedia propio que triunfa: la de personajes patéticos que no saben que lo son. Y no digo esto como algo malo, sino todo lo contrario, porque es de agradecer que tengamos una visión del humor propia, al igual que los franceses la tienen con sus comedias burguesas.
María Ripoll bebe, en la realización de la película, de las fuentes más indies del panorama internacional para crear 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas', y esta influencia se nota tanto en la planificación como en vestuario, peluquería, dirección de arte y música. Podría haber sido ésta una película indie estadounidense sin ningún problema. La música, mayormente en inglés, recuerda en algunos momentos a la de uno de los estandartes indies: '(500) días juntos'. El reparto está muy bien elegido, encabezado por una Verónica Echegui completamente entregada a la causa de Sara. David Verdaguer como novio está bien, y da a su personaje una fragilidad patética de lo más graciosa. Jordi Sánchez, más conocido por su papel de "El Rancio", es de los que más puntos cómicos tiene, y en consecuencia el que más hará reír al espectador gracias a su tremenda vis cómica. La única elección cuestionable es la de Álex García, y no es cuestionable del todo. Me explico: interpreta a un cantante de lo más exitoso, pero su voz es tirando a regular. No sé si le cogieron por su cuerpo, está claro que no por su voz, pero aquí surge la duda de si es todo una parodia hacia el mundo del pop actual que encumbra a cualquiera que tenga un buen cuerpo sin tener en cuenta la voz.
'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' es una película divertida, aunque de lo más predecible, que hará disfrutar al espectador que no busque un producto demasiado refinado.