¿No os ocurre a veces que oímos hablar de una película con un título sugerente, y después nos sorprende un argumento radicalmente opuesto al que nos imaginábamos? Pues bien, eso NO ocurre con Objetivo: La Casa Blanca, o como luce su título original, Olympus Has Fallen. Y es que esta película es lo que sugiere: un ataque terrorista al Capitolio. Sin embargo sí que llega a sorprender por varias cosas.
Lo segundo sorprendente es el guion con el que cuenta, un guion muy elaborado y sobre todo muy documentado. Fuqua es un cineasta curtido en el género de acción, y cuando tuvo en sus manos el guion de este filme se preguntó si realmente era posible que un ataque como el que contenía a la Casa Blanca podía cabar siendo fructífero. Entonces comenzó una labor de documentación, estudiando los planes de seguridad de la guardia del Capitolio, y se sorprendió de que, con un grupo militar lo suficientemente amplio y preparado, era algo muy posible. De modo que se lanzó al reto.
Hay que destacar el trabajo de producción que ha hecho Butler, sobre todo en la recreación de los escenarios. Este hombre decidió no recrear, mediante efectos especiales, el asalto del guion, sino que para hacerlo más grande construyó una réplica de la Casa Blanca en Luisiana, y también una de Pennsylvania Avenue.
Arrasamos físicamente la Casa Blanca, por eso tuvimos una conversación importante al respecto.
Después de ver la película puedo extraer tres conclusiones:
- Gerald Butler no ha matado al Leónidas que lleva dentro, y cada vez se consolida más como tipo duro y actor del género de acción (obviaré sus papeles en comedias románticas).
- La maquinaria propagandística norteamericana a través de Hollywood sigue bien engrasada, y desbordando patriotismo por los cuatro costados (BSO bélica, banderas tiroteadas y cayendo a cámara lenta, soldados por los suelos y Butler con lágrimas en los ojos…)
- Los amantes del género pueden sumar a su lista una buena película de referencia.