James Stewart ya no usa prismáticos. Ya no nos conformamos con asomarnos por la ventana y ver qué hacen los vecinos. Queremos ir más lejos, queremos saberlo todo de todos y especialmente de aquellos que tienen cierto poder y fama. Gracias a Internet nuestro voyeurismo ha encontrado su sitio y de forma anónima.
De esto en parte habla Nacho Vigalondo en su nueva película, Open Windows. Se trata de un thriller clásico. Chica acosada, acosador y héroe que pretende salvarla. Pero la sociedad y la tecnología han cambiado. Aquí Nick (Elijah Wood) es un fan despechado por su actriz favorita al que le llega la oportunidad de vengarse a través de alguien que le da vía libre para adentrarse en los rincones más íntimos de Jill Goddard, la estrella del momento, interpretada por Sasha Grey.
La historia mantiene un nivel de tensión excelente a lo largo de todo el metraje, algo que se consigue con el ritmo del guión pero además con la manera de contar la acción tan novedosa. Y es que para narrar esta película el espectador sólo cuenta con la pantalla de un ordenador. Nick, desde su ordenador, tendrá acceso a la cámara del hotel de Jill, a su móvil, a su casa…y todas estas imágenes se ven a través de ese ordenador. Así que la acción va pasando de pantalla a pantalla y no te permite descansar la vista ni un momento, debes seguir observando todo para no perder detalle tal y cómo hace Nick.
Lo cierto es que aunque es un formato ingenioso y que ayuda a mantener el ritmo de manera magistral, puede que maree un poco al espectador y además la tensión que siempre va en aumento tiene un desenlace bastante anticlimático y flojea un poco al final. Hay cierto elemento de la película que recuerda a Black Mirror de Charlie Brooker con una crítica a la sociedad actual bastante fuerte pero que se queda un poco en nada y hubiese sido interesante explotarla más.