Crítica película 21 gramos

Publicado el 20 noviembre 2016 por Seriemaniac

Analizamos 21 gramos, película de Alejandro González Iñárritu

Desde hace ya tiempo, hay ciertos profesionales que se han puesto de acuerdo a la hora de reconocer que una vez fallece una persona, el cuerpo humano pierde 21 gramos de peso. Así, a partir de este hecho, se ha deducido que el alma pesa eso, 21 gramos, y que perdemos ese peso porque una vez muertos, el alma escapa del cuerpo. Más allá de creencias, este es cuanto menos, curioso.

Reconozco que cuando hace unos días una buena amiga me recomendó que viera , fui bastante escéptico, a pesar de que es un director ampliamente reconocido tal y como comentábamos este mismo año. Si, Iñárritu nos había brindado tanto Birdman como El renacido, dos maravillosas películas, pero esto era remontarse a sus orígenes, y en parte, me daba miedo ver como había evolucionado su cine. Ahora veo que este temor era totalmente infundado.

Y es que su cine, como todo en esta vida, ha cambiado. Y sobre esto habla 21 gramos. Sobre los cambios de la vida, centrándose especialmente en la muerte y las cargas personales que tenemos cada uno y sufrimos en silencio. Y he de decir que hay algunas cosas de esta película que me han gustado en gran medida.

En El renacido no es tan obvio, ya que parte de la película se desarrolla sin diálogos, pero en Birdman Iñárritu se empeña en reafirmar lo que está sucediendo, llegando a veces a ser redundante. No deja nunca la cámara rodando, no permite que sean los actos los que nos den la información. Y en 21 gramos, son los personajes los que nos hablan, no sus palabras. En más de una ocasión, deja que sea la propia acción y la escena las que hablen.

Sin profundizar mucho en la trama, la película nos relata 3 historias que se van entrelazando por diferentes cuestiones, usando una narración bastante caótica, a decir verdad. Esto, para mi, es un pequeño problema que tiene la cinta, ya que da la sensación de que Iñarritu tenga miedo de perder la atención del espectador, y por eso recurre a este tipo de montaje. Pero salvando este detalle, considero que es una historia interesante que merece ser contada y vista.

La película se esfuerza mucho en mostrar personajes en sus mejores y peores momentos, demostrando lo frágil que es la vida y como en apenas unas horas, minutos o segundos, puede dar una vuelta completa y trastocar todo. Es por ello que Iñárritu propone unos personajes emocionalmente rotos, en una crisis interna, para poder dar pie a uno de los puntos principales de la película: las cargas y el pasado.

A lo largo de toda la película, la película avanza hacía atrás y hacia adelante, sin dar pistas de en qué punto de la historia nos encontramos salvo la información que se nos muestra en pantalla. Esto también ayuda a percibir con mayor claridad la evolución de los personajes, su hundimiento, y viendo como un profundo desgaste emocional tiene su claro impacto en la imagen que damos sobre nosotros mismos. Y es que no nos confundamos, la muerte es un personaje más de esta historia que rodea a los personajes y se cruza en sus caminos.

La muerte es el hilo conductor entre todas las historias, y en mayor o menor medida, condiciona las vidas de los personajes. Porque si, perder a tu familia en un accidente es muy duro, pero también lo es perder la vida que habías logrado alcanzar tras rehabilitarte. Por ello, considero que en esta película no hay buenas y malas personas, sino circunstancias. Y debido a estas circunstancias, vemos a unos personajes atormentados por las cosas que han sucedido, teniendo que cargar con una serie de consecuencias que condicionan sus actos y sus vidas.

Las actuaciones son muy buenas, destacando a un gran Benicio del Toro, que es capaz de transmitir muchísimo como padre de familia, pero más aún como hombre atormentado. Película más que recomendada, pero es necesario mantenerse muy atento, ya que su montaje hace que sea muy fácil perderse.